Estas en: Home UDLA Vicerrector Académico, Jaime Vatter: “El PrIC es una actualización integral del modelo educativo”
Publicado el 2 de diciembre de 2025
Universidad de Las Américas ha emprendido una transformación educativa con el Proyecto de Innovación Curricular (PrIC). Esta iniciativa, que comenzó a desarrollarse en 2023, representa una actualización de su Modelo Educativo, la definición del Sello Formativo, lo que implica un cambio en la totalidad de sus planes de estudio.
La Universidad está dando un paso fundamental hacia la formación de profesionales más capacitados para enfrentar el siglo XXI, cuyo fin es desenvolverse en un mercado laboral cambiante, acelerado por la tecnología y con crecientes exigencias de inclusión y sostenibilidad.
El Vicerrector Académico, Jaime Vatter, detalla en esta entrevista los pilares de este proceso: desde la creación del Sello Formativo, que define el perfil distintivo de los egresados UDLA, hasta la adopción de un diseño curricular flexible, estructurado en ciclos, con certificaciones laborales intermedias, articulación con el postgrado y la promoción activa de la interdisciplinariedad.
El escenario que impulsa el PrIC está marcado por los desafíos acelerados que enfrenta la educación superior en la actualidad. Observamos una realidad con un mercado laboral cambiante y exigente, impulsado por el desarrollo tecnológico y, notablemente, por la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA). Además, existen mayores exigencias en materia de inclusión, equidad y sostenibilidad. Nuestro objetivo es claro: formar personas con un sello único que puedan desenvolverse en este mundo mediante un diseño curricular flexible y pertinente.
El PrIC es nuestra estrategia clave para asegurar una mayor pertinencia y eficacia de nuestra oferta formativa, reafirmando nuestro compromiso de formar profesionales resilientes y responsables. En su base, el PrIC introduce transformaciones organizadas en diez componentes estructurales. (Ver recuadro 1).
Nos enfocamos en identificar las habilidades y competencias clave que nuestros egresados deben poseer para ser valorados y requeridos en el mercado laboral. Para ello, analizamos las experiencias de otras instituciones de educación superior, las tendencias globales y el parecer de la propia comunidad universitaria a través de grupos focales que incluyeron académicos, estudiantes, egresados y empleadores.
El pilar fundamental de este proceso fue establecer el Sello Formativo, que define las características y habilidades distintivas de nuestros profesionales. Este sello se inspira en nuestros valores institucionales (ética profesional, responsabilidad ciudadana y compromiso comunitario) y se sustenta en tres conceptos esenciales: Adaptabilidad y Superación, Compromiso Profesional y Social, e Innovación que Transforma. (Ver recuadro 2).
Definir el Sello Formativo consistió no solo en determinar estos conceptos, sino también trabajar en una actualización de los Resultados de Aprendizaje Institucionales, comunes a todos los planes de estudio de pregrado (ahora denominados Resultados de Aprendizaje Institucionales Genéricos, RAIG). (Ver recuadro 3).
El desarrollo de estos RAIG se logra a través de un proceso continuo, el cual se inicia con asignaturas sello que se ubican en el Ciclo Inicial: Adaptabilidad y Superación, Compromiso Profesional y Social, e Innovación que Transforma.
La irrupción de la IA y los cambios tecnológicos del siglo XXI nos motivaron a fortalecer la formación de habilidades que permitan a nuestros estudiantes abordar estos desafíos con responsabilidad.
El desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico y creativo, la empatía y la capacidad de resolver problemas, son algunas de las que se destacan en diversos estudios para sobresalir en el mercado laboral futuro (ver por ejemplo Reporte del futuro del trabajo 2025, del World Economic Forum). Estas competencias están plasmadas en nuestros RAIG, lo que nos permite asegurar que su desarrollo se logra de forma progresiva y consistente a través de todo el proceso formativo de nuestros estudiantes.
Además, el PrIC promueve activamente la flexibilidad curricular y la interdisciplinariedad. Las nuevas mallas curriculares son más flexibles, lo que permite a los estudiantes tomar decisiones informadas sobre su educación y compartir espacios de aprendizaje tempranamente con compañeros de otras carreras, enriqueciendo su formación y preparándolos para colaborar en entornos laborales dinámicos.
El PrIC introduce transformaciones organizadas en diez componentes estructurales: (1) desarrollo del Sello Formativo UDLA, (2) tres ciclos formativos, (3) asignaturas de nivelación, (4) asignaturas comunes, (5) línea de formación aplicada y práctica, (6) línea de innovación-investigación-creación, (7) asignaturas electivas (8) certificaciones laborales intermedias, (9) opciones metodológicas preferentes y (10) continuidad de estudios.
La progresión formativa se estructura mediante tres ciclos formativos: inicial, intermedio y avanzado. Cada ciclo agrupa asignaturas orientadas al logro progresivo de los resultados de aprendizaje del Perfil de Egreso.
El Ciclo Inicial desarrolla habilidades básicas, para lo cual cuenta con asignaturas de nivelación, las asignaturas del Sello Formativo y aquellas materias que fundamenta la disciplina o profesión en cuestión. El Ciclo Intermedio desarrolla habilidades de mayor complejidad propias de la profesión, y se espera que en este ciclo se alcancen los aprendizajes relacionados con la obtención de la licenciatura. Finalmente, el Ciclo Avanzado busca que las y los estudiantes desarrollen su autonomía a través de asignaturas de especialidad, seminarios, prácticas profesionales y el proceso de titulación.
Para asegurar esta progresión, cada ciclo culmina con hitos integradores que determinan el cumplimiento de los aprendizajes esperados para ese nivel.
Este es un punto esencial, cubierto por los componentes de Nivelación y Asignaturas Comunes. Respecto a la Nivelación, esta se refiere a estrategias pedagógicas diseñadas para reducir las brechas formativas. Los planes regulares de carreras profesionales deben incluir al menos dos asignaturas de nivelación en el primer semestre. Específicamente, una asignatura se orienta al desarrollo de habilidades comunicativas, buscando mejorar la expresión clara y persuasiva, y la otra se enfoca en el razonamiento lógico-matemático, para fortalecer las habilidades analíticas y de resolución de problemas. Ambas asignaturas tienen un volumen de aprendizaje equivalente a tres créditos cada una.
En cuanto a las Asignaturas Comunes, estas involucran dos o más carreras que comparten elementos disciplinares, epistemológicos (es decir, el análisis de los fundamentos en los que se apoya la creación de conocimiento) o metodológicos. Su propósito es doble: promover una estructura curricular más flexible y superar la fragmentación universitaria, fomentando un enfoque más integrado y colaborativo.
La preparación para la empleabilidad es un foco principal del PrIC. Esto se aborda a través de la Línea de Formación Aplicada/Práctica, la Línea de Innovación, Investigación y Creación, las Asignaturas Electivas y, muy importante, las Certificaciones Laborales Intermedias.
La Línea de Formación Aplicada/Práctica está diseñada para desarrollar conocimientos y habilidades profesionales en ambientes vinculados a desafíos profesionales, sean simulados o reales. En los planes de estudio regulares, se contempla al menos una asignatura de esta línea por semestre, asegurando una asignatura de práctica al término de cada ciclo formativo. Incluye asignaturas de aplicación (como talleres y laboratorios) y asignaturas de práctica (como la práctica temprana y la práctica profesional terminal).
La Línea de Innovación, Investigación y Creación (I-I-C) busca formar estudiantes que sean capaces de abordar problemas complejos, desarrollar soluciones innovadoras y fomentar el análisis crítico. Esta línea incluye al menos cuatro asignaturas en los planes profesionales. No se limita a un solo eje temático, sino que puede contribuir a la investigación, la innovación y la creación de manera transversal, potenciando la aplicación de conocimientos teóricos.
En cuanto a las Certificaciones Laborales Intermedias, este es uno de los componentes más innovadores. Son reconocimientos formales que se obtienen por completar ciertos conjuntos de asignaturas y aprendizajes durante la carrera, antes de la titulación. El objetivo es demostrar habilidades laborales concretas, aumentando significativamente las oportunidades de empleabilidad temprana.
Es fundamental destacar que todos los planes regulares de estudio que hemos dispuesto deben incorporar al menos una certificación laboral intermedia, ya sea de carácter interno (diseñada al interior de la Universidad) o externo (avalada por un organismo certificador externo en alianza con UDLA).
Las Asignaturas Electivas buscan fomentar la autonomía del estudiante, permitiéndole definir parte de su formación y desarrollar la toma de decisiones. Su propósito es entregar flexibilidad, profundización y articulación. En las carreras profesionales, los estudiantes deben incorporar 24 créditos distribuidos en cuatro espacios de electividad. Las escuelas pueden determinar el propósito específico de estos espacios, los cuales pueden coexistir en un mismo plan.
Los propósitos institucionales que hemos definido para estos electivos son tres: articulación con avance curricular, que permite cursar asignaturas homologables por las que conforman programas de postgrado, proyectando trayectorias académicas que serán reconocidas posteriormente; la mayoría de las veces estas asignaturas electivas son constitutivas de un diplomado. En segunda instancia, la especialización disciplinar o menciones, que permite profundizar en un área específica o herramienta relevante, como el uso de IA o protocolos y, por último, la amplitud formativa, que facilita la exploración de otras disciplinas, y puede conducir a una certificación académica complementaria.
El conjunto de espacios de electividad también puede ser utilizado para otorgar una certificación laboral intermedia para los estudiantes, contribuyendo a su perfil profesional.