Con un trabajo centrado en las autopercepciones de bienestar emocional y salud mental en estudiantes universitarios, el Semillero de Investigación, impulsado por la Dirección de Investigación de Universidad de las Américas, posibilitó que desde el Programa de Intervención Comunitaria de Universidad de Las Américas (UDLA) participara en el III Congreso Nacional de Psicología Comunitaria organizado por la Universidad de Santiago de Chile, instancia que reunió a académicos y estudiantes de distintas instituciones para reflexionar sobre justicia social y bienestar colectivo desde la disciplina.
La ponencia, titulada “Autopercepciones de bienestar y salud mental en alumnos de Enfermería, Psicología y Animación Digital de Universidad de Las Américas”, fue presentada por los estudiantes Nicolás Muñoz Schmidt y Gherson López Scott, de la carrera de Psicología, en Campus Providencia. El estudio forma parte del Semillero de Investigación 2024-2025 y fue desarrollado bajo la supervisión académica del docente Iván Pérez, quien destacó la relevancia del trabajo en el contexto universitario actual. 

“El proyecto nace desde la necesidad de comprender cómo los y las estudiantes perciben su propio bienestar y salud mental en un entorno académico cada vez más exigente. La investigación no solo entrega datos, sino también un análisis profundo sobre la subjetividad estudiantil, entendida como un proceso en constante construcción”, señaló el docente Iván Pérez. 

El estudio utilizó una metodología mixta; cuestionarios en línea con escalas Likert, preguntas abiertas y de selección múltiple; aplicada a 45 estudiantes de primer año de las carreras de Psicología, Enfermería y Animación Digital. Entre los resultados más relevantes, un 70,6% de los participantes reportó dormir menos de seis horas diarias, mientras que el 73,5% indicó que requiere entre una y dos horas de traslado para llegar a la Universidad. En materia de salud mental, un 67,7% declaró asistir o haber asistido a psicoterapia, y el 44,1% reconoció haber tenido ideación suicida. 

Asimismo, el 73,5% de los encuestados percibe el ambiente universitario como poco empático, el 55,9% lo considera poco tolerante y el 47,1% lo califica como poco respetuoso. Un dato especialmente significativo fue que el 20,6% se identifica como neurodivergente, y dentro de ese grupo, más del 70% recibió un diagnóstico tardío. 

Para interpretar estos resultados, el equipo empleó un marco para analizar la construcción de la subjetividad estudiantil más allá de los determinismos tradicionales, abordando la relación entre salud mental y las estructuras sociales que moldean la experiencia universitaria. 

“Participar en el congreso fue una experiencia desafiante y enriquecedora. Nos permitió poner a prueba nuestras capacidades, confiar en lo aprendido y vencer la vergüenza de exponer en público”, compartió el estudiante  Nicolás Muñoz Schmidt,  quien agregó que la experiencia les permitió “comprender que las propuestas frente a problemáticas de salud mental deben abordarse desde enfoques integrales, con distintos ejes de intervención que eviten soluciones genéricas y realmente logren vincular a las comunidades”. 

El joven investigador también valoró la recepción del público durante la ponencia: “Los académicos y estudiantes asistentes destacaron la pertinencia de nuestro trabajo. Los resultados reflejan realidades que muchas veces permanecen invisibles en la vida universitaria, como el cansancio, la falta de empatía o los desafíos que enfrentan los estudiantes neurodivergentes. Creo que logramos abrir un espacio de reflexión sobre estas experiencias”.