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La Inteligencia Artificial (IA) ha progresado rápidamente y se ha consolidado como una herramienta fundamental para abordar los desafíos actuales y futuros en los campos de la Agricultura y la Medicina Veterinaria. Ante desafíos globales como el cambio climático y el crecimiento demográfico, es crucial disponer de soluciones innovadoras y sostenibles, donde la IA facilita el análisis y la implementación de estas soluciones potenciales.

En el ámbito de la Agronomía, la IA está transformando la manera en que gestionamos y optimizamos la producción agrícola. Desde el monitoreo y la gestión de cultivos, hasta la predicción de enfermedades y plagas, la IA permite tomar decisiones más informadas y estratégicas. Sensores avanzados y sistemas de monitoreo continuo proporcionan datos en tiempo real sobre el estado de los cultivos, el suelo y el clima, lo que facilita una gestión más precisa y eficiente. Este nivel de precisión no solo aumenta los rendimientos, sino que también reduce el uso de recursos como agua y fertilizantes, contribuyendo a una agricultura más sostenible.

En la Medicina Veterinaria, en tanto, la IA está revolucionando el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades animales, así como la gestión general del bienestar animal. A través del análisis de grandes volúmenes de datos, los sistemas de IA pueden detectar patrones y predecir brotes de enfermedades antes de que se propaguen, permitiendo una intervención temprana.

La IA también mejora la precisión del diagnóstico mediante el uso de algoritmos entrenados para reconocer síntomas y signos clínicos en imágenes y datos de laboratorio, lo que aumenta la eficacia de los tratamientos.

Este año, en nuestra inauguración de Actividades Académicas, contamos con la participación del Dr. Pol Llonch, médico veterinario experto en bienestar animal, quien destacó la ganadería de precisión como un ejemplo relevante de cómo la IA está transformando la gestión pecuaria

Mediante el uso de hasta 129 sensores en la ganadería de vacuno lechero y 83 en la porcina, se logra monitorear en tiempo real la salud y bienestar de los animales. Estos dispositivos incluyen acelerómetros para detectar movimientos y cámaras de visión por computadora que analizan el comportamiento y actividad en el corral. Gracias a estas tecnologías no invasivas se permite una vigilancia continua y detallada, reduciendo la necesidad de intervención humana directa y minimizando el estrés animal.

Por otro lado, la integración de la IA en nuestras prácticas plantea desafíos significativos. El manejo del volumen de datos generados y la redefinición del rol de los profesionales en un entorno dominado por la tecnología, son cuestiones críticas que debemos abordar. Es fundamental que aprendamos a integrar estas herramientas de manera efectiva, aprovechando sus beneficios sin perder de vista la importancia del juicio y la experiencia humana.

La Inteligencia Artificial ofrece oportunidades sin precedentes para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la Agricultura y la Medicina Veterinaria. Nos encontramos en un punto crucial donde la adopción de estas tecnologías puede transformar nuestras prácticas y permitirnos enfrentar con éxito los desafíos del futuro. A medida que avanzamos, es esencial que permanezcamos abiertos a la innovación y dispuestos a adaptar nuestras habilidades y conocimientos para integrar la IA en nuestro trabajo diario.