Gabriela Ortiz, ingeniera química y candidata al Doctorado en Sostenibilidad por la Universidad Politécnica de Cataluña, fue la primera mujer en dirigir el Departamento de Ingeniería Química del Instituto Tecnológico de Monterrey y forma parte del Comité Impulsa, instancia que trabaja en propuestas encaminadas a lograr la igualdad de género en la misma universidad. La actual académica del Tecnológico de Monterrey expuso sobre las estrategias para aumentar la presencia de mujeres en áreas STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics).

La expositora participó en el conversatorio “Atracción e integración de mujeres a las áreas STEM” que se realizó en Universidad de Las Américas y que contó también con la participación de la Rectora Pilar Romaguera y la Directora de Género de UDLA, Pía Espinoza.

En la actividad, Gabriela Ortiz se refirió a la presencia de mujeres en áreas STEM, tanto a nivel de pregrado como posgrado, en investigación y publicaciones científicas, a nivel global y latinoamericano y expuso que es necesario promover estrategias de diversa índole para revertir esta brecha entre hombres y mujeres, que es una realidad también en México. “Los primeros puestos de trabajo que se están necesitando son aquellos de áreas STEM…se requieren ingenieros en México y en el mundo y si las mujeres eligen menos estas carreras, eso abre todavía más la brecha de género. Es imperativo revertir este fenómeno y los esfuerzos hay que redoblarlos como América Latina para poder atender las necesidades que tenemos hoy, ya que será mucho más grave en los próximos cinco años”.

La Rectora de UDLA, Pilar Romaguera, comentó también sobre este punto: “Si los trabajos del futuro están en las áreas STEM y las mujeres están subrepresentadas en estas áreas, las brechas a nivel promedio se van a ir agrandando. Vamos a tener que avanzar mucho más rápido para incorporarlas, si realmente creemos que los trabajos estarán en inteligencia artificial, robótica, nanotecnología. Los desafíos entonces son enormes, para atraer e integrar a niñas, adolescentes y luego a las mujeres a involucrarse en esta área”.

Pilar Romaguera sostuvo que un aspecto importante para disminuir la brecha de género es la educación temprana, que tiene una relevancia enorme, tanto de los modelos y enseñanza que se reciben a nivel familiar como las posteriores experiencias de las niñas a nivel escolar, y explicó que en la educación superior, actualmente, las diferencias entre hombres y mujeres son sustanciales.

“La semana pasada el Servicio de Información de Educación Superior, SIES, publicó el informe de brechas de género en educación superior y si bien indica que la tasa de cobertura tiene una brecha de género positiva; es decir, hay más mujeres que hombres, esta supuesta buena noticia se contradice al desagregar los datos por área de conocimiento. En primer año en pregrado, en promedio entre los años 2018 a 2022 en carreras STEM, la brecha de género promedia 61 puntos porcentuales y la OCDE da cuenta en sus indicadores que del total de graduados en carreras STEM en Chile solo el 40% son mujeres, siendo uno de los países más bajos de la organización en esta medición. Además, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID), asignó por primera vez becas de Doctorado con criterio de paridad de género. Una iniciativa que hay que reconocer, pero las brechas no son solamente en representación o participación en los doctorados, las mujeres también presentan brechas en la información y una menor familiaridad con las métricas de evaluación, destacando que los hombres aventajan en 40 puntos porcentuales a las investigadoras mujeres en la publicación de proyectos Fondecyt de investigación, principal mecanismo de acceso a recursos de investigación en Chile”.       

Gabriela Ortiz explicó que en el Instituto Tecnológico de Monterrey tienen ejes rectores a través de los cuales se desarrollan diferentes acciones para cerrar la brecha de género a través del Plan de Igualdad de Género, que son desarrollo gerencial y directivo, equidad salarial, educación e investigación con perspectiva de género, redes de apoyo, comunicación y transparencia y seguimiento a indicadores. La académica indicó que lograr cerrar esta brecha implica un período de 100 años y en América Latina más de 80 años, tiempo que no se puede esperar, afirmó. “Un caso de éxito del Tecnológico de Monterrey es tener un documento rector y haberlo declarado al más alto nivel como un compromiso. Podemos decir que para el corte de 2021 tenemos ya un incremento de mujeres en posiciones directivas de un 8% a más del 20%”.  

Universidad de Las Américas conmemora el Día Internacional de la Mujer con un ciclo de 26 actividades durante todo el mes de marzo, para contribuir desde diversos ámbitos a la erradicación de toda forma de discriminación y en pro de la equidad de género y la igualdad de derechos.