Estas en: Facultad de Arquitectura, Animación, Diseño y Construcción El arquitecto, escritor y educador, Paulo Tavares, aborda sus trabajos audiovisuales sobre conflictos ambientales en un nuevo capítulo de MOMENTO
Publicado el 20 de diciembre de 2022
En un nuevo capítulo de la tercera temporada del ciclo de conversaciones MOMENTO desarrollado por la Escuela de Arquitectura de UDLA, se presentó el arquitecto, escritor y educador brasileño, Paulo Tavares, quién conversó con Leandro Capetto, arquitecto y académico adjunto de la Escuela de Arquitectura de nuestra casa de estudios.
El trabajo de Tavares abre un campo de colaboración dirigido a la justicia ambiental y las narrativas contrahegemónicas. Su trabajo ha aparecido en varias exposiciones y publicaciones en todo el mundo, incluidas la revista Harvard Design, The Architectural Review, la Trienal de Arquitectura de Oslo, la Bienal de Diseño de Estambul y la Bienal de arte de São Paulo.
En esta nueva sesión de MOMENTO, el arquitecto comentó la significancia de sus trabajos audiovisuales “Forest Law” y “No human rigths”, con los cuales hace una crítica al pensamiento occidental y colonial. Estos documentales fueron presentados en la exposición “Crisis” en el marco del 3er Seminario Internacional Arquitectura y Etnografía.
Ambos proyectos audiovisuales se centran en la relación que tiene los humanos con la naturaleza. “Forest Law”, es una producción de Tavares y la artista, Úrsula Biemann, la cual se desarrolla en la Amazonía Ecuatorial y muestra una serie de casos legales para reconocer la importancia de la selva viva. Exponiendo el juicio que ganó el pueblo Kichwa de Sarayaku, en el cual se reconoció que la naturaleza ya no es escenario de disputas políticas, sino que está sujeta de derechos.
Por su parte, “No human rigths” trata sobre la nueva constitución de Ecuador redactada y aprobada en 2008. Esta constitución es la primera de su tipo en incluir a la naturaleza, junto con los seres humanos, como sujeto de derecho. La que otorga derechos fundamentales a elementos como las rocas, las montañas, los deltas de los ríos y los mares, introduciendo un giro jurídico-epistémico radical que desafía las rígidas fronteras que separan el mundo de los objetos del mundo de las cosas, lo natural de lo social.
“Trabajé con pueblos originarios, aprendí mucho de ellos acerca de su cultura y cosmología. Esto sirvió para comenzar a comprender que significa la naturaleza para estos pueblos como un espacio político y un espacio cultural. Esto adentra mi trabajo desde un punto de vista etimológico y desde un punto de vista desde los derechos”, comentó Tavares.
Refiriéndose al bosque como un proyecto arquitectónico Tavares sentenció que “la naturaleza, el bosque o la selva es un espacio que significa todo lo que no es del mundo social, cívico y el mundo de lo político, es una especia de antítesis. En el sentido de la arquitectura es una antítesis a las polis, al sentido de la ciudad. Es decir, en el sentido occidental o en el pensamiento colonial moderno, todo lo que está fuera de la ciudad, las leyes y la cultura es el bosque, un espacio simbólico para significar la naturaleza”.
Uno de los aspectos que resalta en el trabajo de Tavares es la crítica hacia el pensamiento colonial, y como este no logra comprender los diferentes aspectos que brinda la naturaleza. Recalcando que el colonialismo occidental no logra comprender que el bosque es una construcción, que es producto de una acción intencional con la tierra, donde los pueblos originarios que lo habitan o lo han habitado son sus constructores.