Todo lo que imaginamos empieza en la educación, y todos los que nos dedicamos a educar (docentes, familias, administración…) tenemos muchos retos, cada cual más interesante. Pero más que limitarnos a meter datos en la cabeza, hemos de cambiar la visión de la educación y darle más importancia a abrir puertas que inviten a los estudiantes a expresar lo que tienen dentro. Y ahí es donde toman fuerza verbos que damos por hecho: escuchar, conectar, sumar, reflexionar… o el mismo aprender. Podemos hacer analogías entre los adultos y niños o adolescentes, y entenderemos entonces tantas cosas. En el momento en que comenzamos a escucharlos y a valorar lo que cada uno puede aportar, es cuando comenzamos a entenderlos y cuando ellos empiezan a entendernos mejor. En ese momento es cuando los niños o adolescentes sienten que son más que un número, que pueden participar y construir su aprendizaje y participar en la sociedad. Es entonces cuando su esencia, compuesta de creatividad, imaginación, curiosidad… es valorada y ellos comienzan a ver la educación como un proceso en el que se sienten incluidos. Podemos pensar en su futuro, pero no hay futuro sin un presente del que todos se sientan parte.

Expositor:
Cesar Bona: profesor y licenciado en Filología Inglesa. Diplomado en Magisterio en Lengua Extranjera por la Universidad de Zaragoza. Nominado como uno de los 50 mejores maestros del mundo según el Global Teacher Prize (2015).