Un grupo de mujeres de la fundación Afibropuente asistió al Campus La Florida para la ceremonia de cierre y certificación de los talleres organizados por diversas carreras de Universidad de Las Américas, enfocados en mejorar su calidad de vida. Afibropuente es una organización de Puente Alto que presta apoyo a mujeres que padecen fibromialgia, una enfermedad crónica que causa dolor generalizado y agotamiento. La colaboración entre ambas organizaciones, que comenzó en 2023 con la carrera de Trabajo Social, se extendió este año para incluir las disciplinas de Kinesiología, Obstetricia y Puericultura, Enfermería, Nutrición y Dietética, y Psicología.

Durante el segundo año de esta iniciativa, las mujeres de Afibropuente participaron en talleres prácticos diseñados para mejorar su bienestar cotidiano y aliviar los síntomas asociados a la fibromialgia. Estos talleres se centraron en diversas áreas, como la nutrición, el ejercicio físico, el autocuidado y el manejo emocional, con el objetivo de ofrecer herramientas útiles para la vida diaria.

La ceremonia de cierre contó con la presencia de académicas de las carreras participantes y fue una instancia emotiva en la que las mujeres de Afibropuente compartieron sus experiencias y recibieron su certificación por haber completado exitosamente los talleres. “Este taller, que fue preparado con mucha anticipación, es muy relevante para nosotros como institución, ya que permite generar diferentes instancias de acercamiento a la comunidad, en este caso, a mujeres con una condición tan crítica en sus vidas como la fibromialgia”, comentó Andrea Méndez, coordinadora académica de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales.

Lidia Pino, una de las participantes y miembro de la agrupación, valoró el enfoque práctico de los talleres: “Lo hemos encontrado sensacional porque nos entregaban la información de una manera lúdica. No es como en otros talleres donde solo se da teoría, porque acá nos hacían participar activamente y nos enseñaban a través de actividades. Por ejemplo, en el taller de nutrición, nos hicieron elaborar un menú diario, lo que nos ayuda a aplicarlo en casa. Cada taller nos dejó algo, y estoy muy agradecida de todo lo que aprendimos”.

Beatriz Vargas, Directora de carrera de Trabajo Social, destacó la importancia de continuar esta labor interdisciplinaria: “Vimos la necesidad de integrar otras carreras para ofrecer una intervención más completa. Las mujeres que padecen fibromialgia muchas veces se enfrentan a limitaciones debido al desconocimiento de estrategias para mejorar su calidad de vida. Este año, logramos sumar a las carreras de salud, y las mujeres pudieron adquirir herramientas para enfrentar su dolor, mejorar su alimentación y practicar ejercicios de autocuidado”.

Karina Quiñones, estudiante de quinto año de Trabajo Social y practicante en el Centro de Atención Social, resaltó la importancia de visibilizar tanto a la organización como a la enfermedad: “La fibromialgia es una enfermedad poco visibilizada en nuestro país, por lo que es esencial que la Universidad prepare a sus estudiantes para intervenir en este tipo de problemáticas. Las mujeres de Afibropuente nos recibieron con mucho cariño y respeto, y su disposición para participar en todas las actividades fue ejemplar”.