Estudiantes de Psicología del Campus Maipú realizaron taller de autocuidado para cuidadores de jóvenes y niños del Espectro Autista (TEA) del Barrio Templo Votivo de Maipú. La actividad, enmarcada en la asignatura LIC 820 del Programa de Intervención Comunitaria, tuvo lugar en la sede vecinal, con el objetivo de entregarles herramientas para el cuidado personal en su contexto.  

Durante la primera jornada del taller, se abordó el rol de los cuidadores de jóvenes y niños con neurodivergencia, en particular niñeces TEA o con Trastorno por Déficit Atencional e Hiperactividad (TDAH), en esa ocasión asistieron unas 10 personas, entre madres y abuelas cuidadoras. En la segunda sesión, donde asistieron 7 cuidadores entre madres, padres, y abuelas, se hizo hincapié en la salud de los cuidadores. Para ello, las y los estudiantes realizaron una meditación con los vecinos y luego abordaron los aspectos del autocuidado. 

Esteban Quintanilla, estudiante de Psicología de UDLA, destaca el aumento de participación en las jornadas y el impacto positivo de estas en la comunidad, ya que producto de la iniciativa, varios vecinos que atraviesan los mismos desafíos, pudieron reconocerse: “Llegó gente nueva tras el primer taller. Nosotros veníamos con la idea de que estas personas ya se conocían de antes. Y aquí supimos que no, que realmente aquí se estaban recién conociendo. Nosotros queríamos como objetivo lograr formar una red, para que luego ya sin nosotros, puedan juntarse una vez al mes, puedan compartir experiencias entre ellos”. 

Por su parte, Constanza Henríquez, estudiante de quinto año de Psicología, valoró que la Universidad entregue esta instancia de poder conectar con la comunidad y entregar un servicio de contención y capacitación: “Lo pasamos súper bien, se ha generado un ambiente hermoso, y estoy muy agradecida de la Universidad, que nos den estos espacios, a pesar de todo el estrés que tenemos con el trabajo en la sala, el trabajo del semestre, pero esto es enriquecedor. Enriquecedor para el alma, para nuestras carreras”. 

Para la profesora Maria Isabel Leal, que imparte la asignatura Proyecto Social 1 y 2 en Campus Maipú de UDLA, este hito de implementación de proyectos de estudiantes en el territorio, permite a las y los estudiantes tensionar los proyectos que presentaron en Proyecto social 1, al enfrentarlos con la realidad de la comunidad: “Yo creo que es un desafío para las y los estudiantes, porque implica poner a prueba lo aprendido en una sala de clases, entonces, como dicen por ahí, otra cosa es con guitarra y, generalmente, hay un momento como de tensión en el marco de la planificación, pero ya al momento de entregarse a la actividad, la comunidad también va devolviendo ciertos elementos que permiten a los estudiantes sentirse más seguros, vincularse, empatizar también con la realidad de estas mujeres, por ejemplo, presentes en este espacio”.