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Por primera vez, una creación chilena obtuvo Medalla de Oro en el Concurso Enológico Internacional del Vino Vermentino, celebrado este 2024 en Cagliari, Italia. Se trata del Vermentino del Maule, producido en los viñedos de Viña Gillmore, empresa familiar con más de 30 años de historia dedicada a la producción de alta gama, la cual es comandada por una egresada de la Escuela de Agronomía de Universidad de Las Américas: Daniella Gillmore.

Daniella se tituló en 1999 de UDLA, siendo distinguida como la mejor estudiante de su promoción. A lo largo de su trayectoria profesional, ha adquirido conocimientos en distintas áreas de la industria vitivinícola, incluso sumando experiencia internacional en bodegas de Australia y Estados Unidos. Contando con cursos y diplomados sobre contabilidad financiera y comercio internacional, ha obtenido numerosos reconocimientos personales en la Región del Maule y en la industria, ligados a que desde el año 2000 ocupa el cargo de gerenta general en Viña Gillmore.

¿Cómo se gestó la obtención de esta medalla de oro del Vermentino del Maule?

Los concursos son abiertos a todas las viñas del mundo. Tienes que inscribirte y enviar muestras. En nuestro caso una sommelier chilena nos pidió que entráramos con el Vermentino del Maule 2023.

¿Qué significa para Viña Gillmore haber conseguido este importante logro?

Es muy emocionante participar en un concurso mundial de Vermentino en Italia y ganar una medalla de oro donde solo tres vinos que no eran italianos fueron premiados. Se siente una tremenda alegría que las locuras y sueños estén resultando.

En cuanto a tu formación profesional como ingeniera agrónoma, ¿qué destacas de lo vivido en UDLA?

Fue una muy buena escuela para mí, ya que teníamos mucho terreno, y en una carrera tan técnica como Agronomía, el contacto con la tierra y el campo es esencial. Teníamos muy buenos profesores, con una mirada muy global de cuál era el rol de un agrónomo.

¿Cuáles son los principales reconocimientos que has recibido como experta y agrónoma?

El mejor reconocimiento fue ser mamá y que mis hijos se sientan orgullosos de mí. Y el más emocionante fue el de mejor alumna titulada de la promoción que me entrego el Colegio de Ingenieros Agrónomos. Yo estaba trabajando en EE.UU., asique mi papá lo fue a recibir. Creo que eso fue un regalo para él.

¿Cómo consideras que es el desarrollo de la mujer en la industria del vino?

Tremendo. Hoy vemos grandes enólogas dirigiendo viñas importantes, gerentas generales, de exportación, periodistas. Es una industria que se abrió bastante al tema de género. Jamás sentí rechazo o limitaciones por ser mujer, muy por el contrario.

¿Qué mensaje o recomendación enviarías a los futuros agrónomos de UDLA que decidan dedicarse a la industria vitivinícola?

El vino es pasión, es visión de largo plazo, constancia, persistencia y trazar un camino. Va a tener momentos maravillosos y otros duros, pero si tienen un sueño, persíganlo.