Estas en: Facultad de Educación Revista española publica investigación UDLA que analiza percepción y participación de mujeres chilenas con embarazo adolescente en clases de educación física
Publicado el 1 de agosto de 2023
La Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (España), publicó un artículo sobre una investigación UDLA que analizó la percepción y participación en clases de Educación Física (EFI) de mujeres que tuvieron embarazo adolescente durante la etapa escolar.
El estudio se realizó a partir de un seminario de grado de estudiantes de la carrera de Pedagogía en Educación Física del Campus Los Castaños, tesis que fue guiada por el Dr. Álvaro Huerta, académico coordinador del Núcleo de Investigación en Salud, Actividad Física y Deporte (ISAFYD) de Sede Viña del Mar, y de autoría de los ahora egresados Tamara Guzmán, Ignacio Cortés y Nicolás Muñoz.
El Dr. Huerta explicó que en el análisis participaron de manera voluntaria 111 mujeres de entre 18 y 30 años pertenecientes en su mayoría a las regiones Metropolitana y de Valparaíso, quienes durante su etapa escolar tuvieron embarazo adolescente, perteneciendo a establecimientos educacionales municipales, subvencionados o particulares del país. Ellas respondieron voluntariamente un cuestionado que fue diseñado especialmente para la investigación y validado a través de juicio de experto, contando el estudio con un enfoque cuantitativo, retrospectivo y con un muestreo no probabilístico.
El análisis mostró que solo el 31,5% de las encuestadas realizó la clase de educación física durante el embarazo. Sin embargo, pese a esta baja participación, el 75% piensa que el ejercicio físico y clases de EFI durante la gestación ayudan a un buen desarrollo embrionario y a la salud del recién nacido, por lo que las mujeres embarazadas deberían realizar ejercicios físicos.
Por otro lado, el 33,3% de las mujeres respondieron que sintieron discriminación por algún agente de la comunidad educativa durante su embarazo escolar, entre ellos, equipo de gestión, médicos, enfermeras, profesores, compañeros de curso, padres o tutores. Asimismo, solo el 22,5% declaró que el profesor de EFI fue un agente motivador para participar en las clases, un 77% consideró que estos no evidenciaban competencias para dirigir la clase estudiantes embarazadas y un 75% mencionó que estos profesionales tampoco usaban metodologías diferenciadas con las alumnas para la asignatura. También, según las respuestas de las encuestadas, tanto el equipo de gestión de los establecimientos (92%) como los médicos (69%) fueron agentes influyentes para que las estudiantes no realizaran clases de EFI durante el embarazo.
“Los resultados del estudio evidenciaron que las mujeres que tuvieron embarazo adolescente piensan que debieron realizar ejercicios físicos y clases de EFI durante la gestación. Ellas percibieron que estas actividades pudieron y pueden ayudar a un buen desarrollo embrionario y a la salud del recién nacido. Sin embargo, solo un 31,5% de las encuestadas declaró que realizó EFI durante el embarazo”, comentó el académico.
Agregó que la evidencia ha demostrado que entre el 32 y 96% de las mujeres embarazadas no alcanzan la cantidad de actividad física recomendada por las guías internacionalmente reconocidas, porcentaje que ha sido asociado con un aumento descontrolado del peso corporal de la madre y de las posibilidades de un parto distócico, sumándose a esto la edad de la gestante, pues si la madre es adolescentes existe un mayor riesgo de nacimientos prematuros o hijos con bajo peso al nacer.
“La mantención de las actividades físicas diarias durante el embarazo, incluso la incorporación de un programa de entrenamiento físico dirigido por profesionales capacitados, adquiere especial importancia durante este período, ya que las modificaciones anatómicas y físicas experimentadas por la madre durante la gestación podrían ser más llevaderas con una mejor condición física y repercutir favorablemente en la prevención de enfermedades”, dijo el Dr. Huerta, quien sostuvo que es importante que el sistema escolar y todos los integrantes de su comunidad avancen en adoptar medidas que permitan dar respuestas a las necesidades educativas especiales de sus estudiantes, por ejemplo, cuando haya embarazo adolescente durante la etapa escolar.