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Realizar un proceso de eutanasia en mascotas es una dolorosa decisión que deben tomar los tutores junto a sus equipos médicos. Su objetivo es aminorar el sufrimiento del animal producto de una enfermedad o de una condición que no tiene un buen pronóstico ni perspectivas de mejora, por lo cual, en determinadas ocasiones es la alternativa adecuada para evitar la prolongación innecesaria del dolor y una afectación en su calidad de vida.

Existe una única profesión médica debidamente capacitada para ejecutar este procedimiento. Es por este motivo que la Escuela de Medicina Veterinaria de UDLA realizó la charla “Cómo mejorar la experiencia de la eutanasia”, actividad enfocada en la educación, recomendaciones y revisión detallada de la labor de los profesionales cuando se enfrentan a esta situación.

El expositor invitado fue Alejandro Roffo, médico veterinario de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, MBA en Negocios Farmacéuticos de la Universidad de Quebec en Montreal, Canadá, y especialista en este tipo de procedimientos, quien luego de las palabras de bienvenida de la Decana de la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía, Lorena Jofré, dio inicio a la jornada.

Ninguno de nosotros estudió Medicina Veterinaria para hacer eutanasias. Lo aprendemos un poco de sorpresa a lo largo de la carrera, y si no nos preparamos adecuadamente, esas eutanasias y el dolor de ellas puede acumularse a lo largo de los años. Si no tomamos los debidos resguardos para hacer de la eutanasia una buena experiencia, puede ser muy duro para nosotros a lo largo de nuestra carrera”, comenzó manifestando Roffo sobre la importancia y preocupación que recomienda a los profesionales otorgar a este tipo de procesos.

El principal enfoque en el cual realizó hincapié el doctor Roffo respecto a la labor del médico veterinario en la eutanasia es la empatía con los tutores de la mascota. En este sentido, indicó la importancia de considerar detalles que terminan siendo significativos en la interacción con la mascota y sus responsables, como lo son el vocabulario a utilizar, el trato al animal en su condición y la planificación respetuosa del proceso. También invitó a los asistentes a tratar a la mascota en este proceso, “como si fuera nuestra“.

“Cuando un paciente se encuentra, por ejemplo, con una insuficiencia renal crónica, realmente avanzada, que no tiene ninguna esperanza médica, la eutanasia es el plano de anestesia más profundo que se le puede ofrecer a ese paciente. Cuando lo comunicamos de esta forma, para la familia de la mascota significa mucho, pues les ayuda muchísimo a procesar la decisión”, resumió el médico veterinario argentino.

En el término de la jornada, Roffo se dedicó a detallar algunos beneficios del producto de industria farmacéutica que representa para luego responder algunas preguntas de los asistentes, quienes manifestaron agradecimiento por la actividad. “Esta charla me causó un gran impacto tanto del área técnica como emocional. En mi caso, me apasiona todo lo que es medicina de animales menores, en donde somos nosotros los que debemos entregar un servicio íntegro a la comunidad”, expresó el estudiante de primer año de Medicina Veterinaria, José Landaeta, uno de los participantes de la charla.