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En el inicio de una nueva temporada de CIELO FALSO estuvo como invitado el profesor del Departamento de Comunicación en la Universidad de California, San Diego y Doctor en Sociología de la Universidad de Cambridge, Fernando Domínguez, quien conversó con la académica de la Escuela de Arquitectura, Linda Schilling.

Su presentación denominada “Fragilidades sobre las políticas éticas y estéticas del mantenimiento y la reparación”, habla sobre el término de una investigación y el comienzo de otra, llevándolo a reflexionar sobre el pasado y el futuro.

Domínguez explicó que al finalizar su investigación sobre las infraestructuras y las estrategias de conservación de obras en el Museo de Arte de Nueva York, quedó con un conjunto de preguntas sobre la fragilidad: “los museos se pueden entender como instituciones modernas que tienen por objetivo domesticar, controlar y mitigar la fragilidad de cosas que son sujetos de artes para que puedan existir en el tiempo, pero es una tarea que está destinada a fallar. Todas las obras de artes eventualmente mueren. Finalice con la pregunta de ¿Qué pasa si en lugar de terminar con la fragilidad uno comienza con ella?”.

Frente al contexto actual de urgencia política y ecológica, Domínguez invitó a los espectadores a pensar en y desde la fragilidad como una figura ausente en el pensamiento social. “Para entender esta fragilidad tenemos que remontarnos a un par de décadas a ese tiempo cuando el planeta operaba como algo dado, como una certeza total. Era un momento donde no había necesidad ni urgencia de articular un pensamiento terrestre más allá del pensamiento geológico. Era un momento que era de tal certeza que no parecía necesario incorporarlo a nuestros modelos de pensamiento”, afirmó.

La mayoría del pensamiento social moderno que surge desde siglo XIX plantea que el planeta solo existe como ausencia o como una figura que no está. Además, el sociólogo precisó que esta ausencia permitió una forma particular de relatar e imaginar lo social y lo cultural.

“En las escasas ocasiones en que el planeta aparecía, era siempre reducido a una variable más, bajo el nombre de “un entorno natural” que participaba en la formación de esos ámbitos culturales y sociales de procesos de interacción”, argumentó Domínguez.

En esa línea, Domínguez expuso que el cambio climático ha reducido todas las certezas que antes eran planteadas: “Nos encontramos en un presente donde el futuro ya no es cierto, donde ahora la pugna política es la de generar la opción de un futuro. Es un momento para pensar en la fragilidad y desde la fragilidad”.

Durante su entrevista con la académica de la Escuela de Arquitectura, Linda Schilling, abordaron cómo, desde el diseño arquitectónico, pueden aportar a la reflexión de la fragilidad. Es así, que existió una conclusión entre ambos sobre los procesos que conlleva la creación de una obra arquitectónica desde su diseño, materiales y ubicación junto con las repercusiones de la misma.

En ese sentido, plantearon cómo entender la fragilidad y la robuste desde un pensamiento ecológico, donde las nuevas generaciones se ven más cercanas a entender y reflexionar las implicancias de la crisis climática. “Pensando en la arquitectura a modo de ejemplo, cuando la temperatura cambia medio grado a cinco grados, todo se desvanece en el aire. Una de las invitaciones a pensar a las nuevas generaciones es que están produciendo objetos dentro de condiciones ecológicas donde lo que van hacer, es algo frágil y robusto. Pensar desde la humildad, por muy robusto que sea también es frágil”, sostuvo el invitado.