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La formalización de un negocio y emprendimiento conlleva una serie de beneficios que es necesario conocer. Si bien generalmente se tiene la impresión de que es un trámite engorroso, operar sin ninguna formalización acarrea una serie de inconvenientes que al final pueden significar costos mucho más altos de los que se pudiera pensar.

¿Qué significa formalizarse? La Directora de la Escuela de Contador Auditor, Viviana Puentes, explica que formalizarse implica el iniciar actividades en el Servicio de Impuestos Internos (SII) con el fin de desarrollar una actividad productiva u ofrecer algún servicio específico. En ese proceso, las acciones más importantes son:

  • Iniciar actividades como persona natural o como persona jurídica. Si el caso es esta última, debe tener una escritura de constitución, realizar la inscripción de la escritura en el Registro de Comercio y publicación en el Diario Oficial.
    También se puede optar por constituirse como persona jurídica en la plataforma de www.empresaenundia.cl, donde el trámite es más simple y de menor costo.
  • Definir específicamente el giro o actividad principal y averiguar si esta actividad está o no afecta al impuesto IVA.
    Para ello se deben revisar las tablas de actividades económicas entregadas por el SII.
  • Iniciar actividades en primera categoría o en segunda categoría (para el caso de los servicios).
  • Definir un domicilio principal donde se realizarán las actividades.
  • Gestionar ante la respectiva municipalidad los permisos de patentes y otros propios de la naturaleza del negocio o emprendimiento.

Al estar formalizado, ¿Cuáles son los beneficios y oportunidades?

Orden

Cuando se crea una empresa, el capital inicial declarado del negocio estará separado del patrimonio personal, lo cual permite ordenar las finanzas y en el caso de problemas económicos, no afectará al patrimonio personal.

Mejora la imagen y gestión con los clientes.

Al tener una empresa formalizada con inicio de actividades, con rut, razón social, nombre y documentos tributarios, se proyectará una mejor imagen hacia los clientes. Trabajar de manera formal entregará mayor confianza y credibilidad a quienes quieran comprar los productos.

Acceso a créditos de apoyo y bancarización

Con una empresa oficialmente formada y con actividad acreditable, se puede optar a créditos especiales para emprendedores que ayudarán en el crecimiento del negocio. Si la empresa no está formalizada, no se accede a estos apoyos fiscales o de entidades, ya que el negocio o emprendimiento simplemente no existe.

Participación en programas de fomento, certificación y formación

Con una empresa formal se puede ser beneficiario de programas de fomento, promoción, financiamiento, certificaciones, apoyo en la gestión a través de la formación, entre otros. Existen entidades gubernamentales, públicas y privadas como Corfo, Sercotec, Fundación Chile, Innova, Fosis, Capital Semilla, entre otras entidades que asisten a las pymes y emprendedores formalizados.

Calificar para obtención de beneficios tributarios y financiamientos

Al estar formalizados, la empresa puede optar a beneficios tributarios, como por ejemplo los que se entregaron en pandemia. Si no trabajas de manera formal, no emitirás documentos tributarios, boletas ni facturas y no podrás acreditar que tienes un emprendimiento. Por lo tanto, no contarás dentro de los beneficiarios.

Permite generar contratos de trabajo, cumplir con la normativa previsional y proteger a sus trabajadores

Al estar formalizado, la empresa puede formalizar a sus colaboradores y acceder a las instituciones de seguridad previsional protegiendo a las personas ante accidentes del trabajo, accidentes de trayecto, licencias médicas, cesantía, entre otras coberturas. 

Estos beneficios van de la mano con lo importante de contar con información contable clara, oportuna, que permita conocer los costos reales de nuestros emprendimientos y negocios”, cierra Viviana Puentes.