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Formar profesores y educadores con los estándares de calidad requeridos en las políticas educativas nacionales y con los conocimientos y habilidades necesarias para desarrollarse profesionalmente en el sistema escolar, en contextos educativos diversos, es parte de la misión de la Facultad de Educación de Universidad de Las Américas.

A lo anterior se suma el contribuir al progreso del sistema educacional chileno y al fortalecimiento de la profesión docente a través de la producción académica y la investigación educativa, el perfeccionamiento pedagógico y disciplinar, los programas de continuidad de estudios, y la vinculación efectiva con el medio.

Precisamente fue en esta línea que en 2021 la carrera de Educación Parvularia estableció un nuevo Plan de Estudios, que, entre otras cosas, aumentó los años de estudio de 4 a 5 y estableció como eje central, una formación con fuerte acento en la práctica.

Para nosotros es muy relevante que los estudiantes tengan un contacto directo con alumnos de la primera infancia desde los primeros años de la carrera. Es por ello que fortalecimos la coformación de lo teórico y práctico desde el segundo semestre, lo que conlleva una vinculación entre la investigación sobre las prácticas que realizan” explica Ingrid Boerr, Directora de Escuela (i) de Educación Parvularia.

Lo anterior se traduce en el establecimiento de comunidades de aprendizaje entre los propios estudiantes y comunidades con centros de prácticas, lo que permite una rica y permanente retroalimentación entre todos los actores involucrados en el proceso de la enseñanza de la Primera Infancia.

También destaca como fortaleza el hecho de que la malla curricular posee ramos que capacitan a los estudiantes en la comprensión y entrega de una educación emocional, lo que apunta a entender las realidades de los niños, sus entornos, sensaciones y ritmos de aprendizaje.

Constantes capacitaciones y salas acondicionadas

En UDLA, la carrera cuenta con salas en las que los estudiantes encuentran diversas herramientas para el mejor desempeño de su función tales como juegos, material didáctico, instrumentos musicales y biblioteca para niños, entre otros materiales. Asimismo, tiene énfasis en la incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación TIC para potenciar los procesos de aprendizaje.

“A lo largo de toda la carrera buscamos crear una verdadera comunidad de aprendizaje entre los propios profesores, lo que se conoce como ‘formadores de formadores’ en el lenguaje educacional. Esto se traduce en el hecho de que entre los propios académicos estamos permanentemente interactuando y nutriéndonos sobre cuáles son los mejores y más actuales métodos de enseñanza para entregar a nuestros alumnos. Todo con la idea de que ellos se los puedan traspasar de manera clara y completa a nuestros estudiantes”, sostiene Ingrid Boerr.

La carrera también destaca por realizar un completo proceso de capacitación especial de tutores y educadoras de práctica que apoyarán en este proceso a los estudiantes. Por ahora esta innovación tiene el carácter de plan piloto y se imparte como curso el que luego se transformará en un diplomado.

Sobre estas modificaciones, Andrea Huerta, egresada de Educación Parvularia, entrega su experiencia: “Comencé a estudiar con una malla curricular diferente a la que hay ahora y el cambio fue notorio y muy positivo. Pasé de tener prácticas no tan reflexivas a la importancia que tiene, por ejemplo, la educación emocional en el aula, a entregar un desarrollo integral al niño con un proceso de reflexión tanto del académico como de nosotros los estudiantes”.

En ese contexto, destacó “el realce y la incorporación de la investigación a la Educación Parvularia, con foco no solo en educar, sino que también en saber manejar la contención emocional de los menores en  períodos complejos,  como lo fue el estar confinados en pandemia. Lo bueno es que esas experiencias valiosas también son aplicables a lo presencial”.