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Con el objetivo de conversar sobre la actual situación sanitaria en nuestro país y los desafíos que nos ha impuesto el COVID-19 a nivel regional, el Decano de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales, Osvaldo Artaza, conversó con el programa Portadas de Prensa.ec, del medio de comunicación de Ecuador.

En un diálogo con Pedro Santos Zambrano, director del espacio, el representante de UDLA analizó las grandes enseñanzas que nos ha ido dejando la emergencia de salud por la que actualmente pasa el mundo.

“Esta pandemia nos ha enseñado muchas cosas: que nuestros sistemas de salud son muy frágiles, fragmentados y desiguales, y que aún no tenemos un sistema de protección social que permita que la comunidad se quede en sus casas y así evitar la propagación. Las cuarentenas no han sido eficaces porque las personas tienen que salir a buscar el sustento diario. La última lección es que desafortunadamente la ciudadanía, en los países de América Latina, ha perdido la confianza y la credibilidad en sus líderes”, manifestó.

Con respecto al camino de salida de esta pandemia, Artaza apuntó que “las vacunas son la gran esperanza que tenemos porque además han demostrado ser seguras y eficaces. La segunda herramienta que tenemos es la trazabilidad, esto quiere decir identificar los contagios. En América Latina hemos sido muy débiles en ese sentido y eso se debe a que la Atención Primaria, quien debe hacer ese trabajo, no ha tenido el apoyo y los recursos que se requieren”.

En esa misma línea, el exministro de Salud respondió sobre las posibles dudas que existen con el ocultamiento de cifras de contagiados en los distintos países de la Región: “No quiero ni siquiera pensar que hay maldad o mala intención de esconder a propósito los números. Lo que sí sucede, y lo puedo decir con absoluta responsabilidad, es que en América Latina las estadísticas de salud son incompletas, frágiles y muy insuficiente. No hemos fortalecido lo suficiente los sistemas de vigilancia epidemiológica”.

Para finalizar, Artaza analizó cómo ha sido el trabajo de los países de América Latina con respecto a la pandemia. “Desgraciadamente los países hemos actuado con miopía, preocupándonos de nuestro metro cuadrado e intereses. Aunque en el discurso siempre hablamos de trabajar solidariamente con otras naciones, en la acción, cada uno se ha “rascado con sus propias uñas” lo que es terrible porque somos países con recursos limitados, entonces la unidad debería ser la fuerza (…) Deberíamos reclamarles a nuestros gobernantes que es imperativo, pensando en el futuro, actuar de una manera distinta”, cerró.