Esta semana, Universidad de Las Américas dio inicio a las Inauguraciones de Actividades Académicas 2021 con la conferencia: “Desafíos de la economía chilena en 2021” organizada por la Facultad de Ingeniería y Negocios de UDLA.

En la ocasión, expuso Igal Magendzo, licenciado en Economía y Ciencias Políticas de The Hebrew University of Jerusalem y Doctor en Economía de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA). Experto en Macroeconomía, Econometría y Finanzas con destacado desempeño en el Banco Central, Ministerio de Hacienda de Chile y en el sector privado, y cofundador de Pacifico Research.

El profesional comenzó su ponencia realizando un análisis de la economía global donde apuntó que hoy “resulta fundamental para los países menos desarrollados aumentar el tamaño de la torta. Eso significa, entre otras cosas, poder tener más recursos para hacer las cosas que se quieren. Por ejemplo, en 1990 si los ingresos de todos los chilenos lo dividíamos en el total de la población era 350 mil pesos mensuales por persona; en el 2020, esa cifra ya va en 850 mil pesos. Eso debe seguir creciendo como pasa en los países desarrollados donde esa cifra es tres veces más grande”.

La rentabilidad del cobre para nuestro país también fue tema durante la exposición. Magendzo fue claro en señalar que, “exportar cobre es una bendición para el país. El precio está en sus máximos históricos, a más de cuatro dólares la libra (…) Nunca habíamos tenido unas condiciones de comercio tan buenas en la historia de Chile. Hay que considerar que cada centavo que sube el precio del cobre, implica 20 millones de dólares más para los ingresos fiscales”.

Sobre la crisis mundial a raíz del COVID-19, el expositor compartió con los asistentes el escenario económico en el cual se encuentra actualmente Chile: “Nos enfrentamos, a salir de esta pandemia, en muy buenas condiciones desde el punto de vista de nuestro comercio internacional. Además, Chile es un país que tiene finanzas muy sólidas, eso significa que es un lugar relativamente seguro; eso hoy en el mundo no es muy común. Eso nos pone en una muy buena condición para seguir creciendo”.

Para finalizar, Magendzo explicó que, en los próximos años, sería ideal que “dejáramos de ser empleados para ser vendedores de nosotros mismos. La legislación tiene que adaptarse y este tema debe entrar en la discusión constitucional (…) En Chile aún la gran mayoría de las personas trabaja en el contexto de la revolución industrial, con una alta informalidad, la cual se va a empezar a confundir con el emprendimiento. En la pandemia esto quedó en evidencia puesto que una de las grandes dificultades fue cómo llegar a ese 30 por ciento de la población que no está en la formalidad y que perdió su fuente de ingreso”.