La Escuela de Trabajo Social, bajo el alero de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales, organizó el Seminario “Supervisión profesional, oportunidad de mejora de los procesos de intervención social y autocuidado profesional” donde abordaron conceptualmente la temática de la supervisión profesional, su necesidad de expansión y condiciones institucionales para ello.

La exposición central estuvo a cargo de Carmina Puig, psicóloga; Ph.D. en Antropología Social y Cultural de la Universitat Rovira i Virgili y coordinadora del Doctorado en Trabajo Social y Secretaria del Departamento de Antropología, Filosofía y Trabajo Social de la Universidad Rovira i Virgili, España.

“Aunque últimamente se ha estado hablando más de los cuidados profesionales, continúa siendo un tema que aún no está muy cubierto por parte de las instituciones, por lo tanto, tener sensibilidad en la supervisión, como un espacio de atención y reflexión, me parece de gran valor”, comenzó diciendo la profesional.

Sobre el tema central de la jornada, Carmina Puig afirmó que “yo la entiendo como un proceso que puede desarrollarse tanto en el ejercicio profesional como en la formación académica y que tiene como objetivo el quehacer profesional y los sentimientos que acompañan la actividad; así como contrastar también los marcos teóricos y contextuales de la praxis cotidiana”.

“Es un trabajo que se sitúa justamente en la interfaz entre aprendizaje, formación, educación y apoyo en una organización. La supervisión siempre se lleva a cabo por un supervisor externo a la institución. Desde el escenario actual, se ha dejado atrás la idea que estaba instalada, de que supervisar era verificar y controlar la tarea para que esta se haga de forma eficiente y correcta. Los nuevos contextos nos dan paso a pensar en una supervisión entendida como una revisión reflexiva de las intervenciones que se realizan, ya que la mirada y el hacer técnico se enfrenta a serias dificultades a la hora de abarcar el trabajo”, agregó.

Durante su exposición, la psicóloga fue clara en manifestar que “la supervisión busca explorar y construir nuevas formas de análisis de las intervenciones que realizamos, así como someter un buen diálogo entre el conocimiento previo que tengo de una situación y el conocimiento adquirido desde la acción en nuestro quehacer. El planteamiento del problema en el marco de la supervisión debe constituir un caso único y siempre simular, porque en la sesión de simulación lo que se atiende son las peculiaridades, no situaciones estándar ni homogéneas”.

Esta actividad forma parte de actividades de formación, actualización y aplicación disciplinar en torno a la Supervisión profesional como innovación metodológica que la Escuela se encuentra consolidando como sello específico de su proceso formativo: