Con el objetivo de fortalecer la formación profesional y acompañar la transición al mundo laboral, la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía UDLA anunció a los diez egresados de la Carrera de Medicina Veterinaria seleccionados para la Pasantía en Clínica de Animales Menores 2025, una instancia formativa diseñada para potenciar habilidades clínicas y procedimentales en un entorno guiado por especialistas. La iniciativa se enmarca en el Plan de Empleabilidad 2025, que impulsa oportunidades concretas de desarrollo para quienes inician su ejercicio profesional.

Los seleccionados para esta edición son: Amparo Aranda, Nicolás Carrasco Mondaca, Ayleen Fajardo Morales, Natalia Guzmán Rodríguez, Javiera Herrera Soto, Marco Antonio López, Felipe Andrés Mora, Fabiana Pacheco Sarmiento, Blanca Rocío Saavedra Orellana y Melissa Millaray Urriola Sánchez. Ellos serán parte de un programa intensivo durante diciembre, en el Centro Veterinario del Campus Melipilla, donde rotarán por cirugías, consultas felinas y atención de caninos, acompañados por los médicos veterinarios Hernán Aguilar, Marcela Valenzuela y Daniela Rossel.

Uno de los aspectos más valorados de este programa es su carácter inmersivo. Cada egresado deberá participar con 100% de asistencia para obtener su diploma, un reconocimiento que certifica el compromiso y el aprendizaje adquirido durante el mes. Como explica la directora médica del centro, Cecilia Bravo, el espíritu de esta instancia es acompañar a los nuevos profesionales, comentando que “la idea de la pasantía es poder darle la oportunidad a los estudiantes que son egresados de poder seguir aprendiendo y vivir experiencias que los puedan llevar a entusiasmarse con ciertas especialidades”, añadiendo que el equipo se encarga de asegurar pacientes y recursos “para que puedan vivir y experimentar una entrega de excelencia”.

Las motivaciones detrás de esta pasantía también quedan reflejadas en las historias personales de los seleccionados. Para Amparo Aranda, egresada de Sede Concepción UDLA, esta etapa representa un paso clave para consolidar su identidad profesional. Mientras se preparaba para iniciar el programa, compartió que “la motivación principal de seguir perfeccionándome, aprendiendo, puliendo lo que me entregaron mis docentes es poder ejercer y llevar mis mejores capacidades”. Hoy trabaja en una clínica como médico de consulta y encargada de farmacia, un rol que exige precisión y responsabilidad. Para ella, esta pasantía es un complemento natural a la formación que ya ha fortalecido mediante un diplomado en Medicina Interna.

La experiencia también abre puertas para quienes aún están buscando su primer trabajo formal. Así lo expresa Ayleen Fajardo, quien recientemente aprobó su examen de título, “estoy muy agradecida porque me puede ayudar a desenvolver mejor las habilidades que aprendí a lo largo de esta carrera. Y como todavía no tengo trabajo, me puede brindar una oportunidad de poder salir al mundo laboral con mejores herramientas”. Su testimonio refleja el sentido social de esta iniciativa para acompañar, orientar y preparar a quienes ingresan a un mercado laboral.

La pasantía no solo actualiza competencias técnicas; también promueve valores esenciales como el trato respetuoso con los tutores, el trabajo colaborativo y el razonamiento clínico en tiempo real. Los egresados rotarán por pabellón quirúrgico, consultas y resolución de casos, enfrentándose a situaciones que requieren criterio, manejo emocional y una visión integral del paciente.