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Con apertura proyectada para 2027, el Centro de Educación Clínica Avanzada (CECA) transformará la manera en que se forman los profesionales de la salud en Chile.  Este proyecto, impulsado por la Fundación Educación y Cultura, recibirá a estudiantes de más de 20 carreras de salud de UDLA, UNAB y AIEP, bajo un modelo de formación interprofesional, altamente inmersivo y centrado en la seguridad del paciente.

Cinthya Castro, Directora de Educación Clínica de UDLA, explica detalles del este centro que integrará tecnologías avanzadas y metodologías formativas de alto nivel para promover experiencias de aprendizaje óptimas.

Desde una mirada institucional, ¿qué representa el CECA para UDLA en términos de innovación educativa en salud?

El CECA constituye un hito institucional en la modernización de la formación en salud. Se proyecta como el centro inmersivo de enseñanza clínica más grande e innovador del país, integrando simulación de avanzada, con tecnologías de vanguardia para fortalecer la calidad, seguridad y estandarización de las experiencias formativas. Para UDLA, representa una plataforma estratégica que complementa su red de campos clínicos y consolida un modelo de aprendizaje basado en educación clínica

¿Cómo se articula el CECA con el modelo formativo de la Dirección de Educación Clínica y qué valor agrega a la trayectoria estudiantil?

El CECA se integra al Modelo de Educación Clínica como un espacio que operacionaliza un camino formativo progresivo y planificado, permitiendo que los estudiantes avancen desde la inexperiencia hacia un desempeño profesional seguro.

Su aporte central es ofrecer experiencias clínicas pertinentes y coherentes con cada nivel formativo, en entornos altamente realistas que favorecen el cumplimiento de los perfiles de egresos de las carreras. De este modo, el CECA fortalece y complementa la trayectoria formativa, garantizando prácticas de alta calidad y alineadas con los resultados de aprendizaje.

El CECA incorpora más de 100 tecnologías educativas. ¿Cuáles consideras que serán las más transformadoras en el proceso de enseñanza-aprendizaje?

Sin duda, uno de los grandes diferenciadores del CECA será su infraestructura tecnológica. Entre las más transformadoras destacan:

  • Simuladores hiperrealistas capaces de reproducir respuestas fisiológicas complejas.
  • Realidad virtual aumentada y salas inmersivas que permiten recrear ambientes críticos o de difícil acceso en el sistema sanitario.
  • Hologramas y pacientes virtuales con IA, que facilitan la toma de decisiones y el razonamiento clínico.
  • Simuladores hápticos y de procedimientos, esenciales para el desarrollo de habilidades psicomotoras.

Estas tecnologías, al combinar inmersión, interacción y retroalimentación, transforman significativamente la experiencia formativa.

¿A qué tipo de escenarios clínicos se enfrentarán los estudiantes?

La fortaleza del CECA radica en la articulación curricular entre metodologías y tecnologías que permiten desarrollar aprendizajes en entornos hospitalarios, ambulatorios, de atención primaria, urgencias, cuidados intensivos, cirugía, rehabilitación y salud comunitaria. El realismo de los escenarios se sustenta en la integración pedagógica y en la preparación de líderes académicos formados para utilizar de manera óptima las capacidades del CECA, asegurando experiencias formativas coherentes con la práctica profesional.

¿Cómo se ha preparado el cuerpo académico para integrar estas tecnologías en sus metodologías de enseñanza?

El proceso de preparación docente se ha organizado en dos fases. Primero se conformó un equipo de líderes académicos con más de 80 horas de formación en educación clínica y certificación en el nivel Diseñador, lo que les permite mapear los programas y planificar la ruta formativa de los estudiantes en el CECA. Este grupo avanza ahora al nivel Experto, que los habilitará para capacitar al cuerpo académico en el nivel Instructor, responsable de implementar en el CECA las guías y estrategias diseñadas por los expertos. Con ello, se asegura una integración pedagógica sólida, progresiva y estandarizada.

Desde su experiencia, ¿qué impacto espera que tenga esta tecnología en el desarrollo de competencias clínicas y éticas de los estudiantes?

Se espera un impacto significativo en la consolidación de habilidades clínicas, pensamiento crítico y toma de decisiones en situaciones de alta complejidad. En el ámbito ético-profesional, la educación clínica promueve la seguridad del paciente, el juicio ético, la comunicación y la comprensión profunda del rol profesional. La posibilidad de practicar sin riesgos permite internalizar principios de responsabilidad, respeto y conducta profesional, esenciales para el ejercicio seguro y autónomo de la profesión que deben lograr los estudiantes al momento del egreso.

Así será el nuevo Centro de Educación Clínica Avanzada CECA