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Durante tres días un grupo de 12 estudiantes de quinto año de la Carrera de Agronomía del Campus Providencia vivió una de las experiencias más significativas de su formación: la Gira de Estudios asociada a la asignatura de Frutales de Hoja Persistente, un viaje académico que los llevó a recorrer distintos predios del centro norte de Chile para observar en terreno la diversidad de realidades productivas que caracterizan al sector agrícola nacional.

Acompañados por la profesora adjunta Daniela Farías, el profesor disciplinar Gonzalo Arancibia y el Director de Carrera, Jaime Meza, los estudiantes visitaron a un productor de Los Andes, dos predios en La Serena, uno en Ovalle y otro en el Valle del Elqui, donde pudieron conocer de cerca cultivos de cítricos, paltos, arándanos y otros frutales de hoja persistente.

Aunque la actividad forma parte de la asignatura, para muchos la gira fue vivida como un verdadero rito de paso: una oportunidad para validar los aprendizajes adquiridos en la sala de clases, pero también para experimentar la agricultura desde una perspectiva humana, diversa y profundamente real.

En la apertura del recorrido el Director de Carrera, Jaime Meza, puso en palabras la relevancia que tiene esta actividad para los estudiantes, pero también para el equipo académico que la organiza año tras año, “para nosotros es una instancia desafiante ya que los alumnos tienen muchas expectativas con respecto a su Gira de Estudios, ya que es algo que saben que se realizará desde el inicio de la carrera. Sin embargo, sabemos que la oportunidad de acercarse a distintas realidades productivas del país, acercan más al mundo productivo a nuestros futuros agrónomos”. Sus palabras reflejan lo que se vivió durante los tres días de recorrido: aprendizajes que no solo completan los resultados de aprendizaje de la asignatura, sino también experiencias que moldean la mirada profesional de quienes pronto serán parte del rubro agrícola.

La profesora Daniela Farías, responsable de la asignatura y principal guía técnica del viaje, explicó con profundidad lo que la gira representa en términos formativos, “La gira fue una experiencia enriquecedora, tanto en lo académico como en lo formativo. Permitió que los estudiantes observarán directamente la diversidad de realidades productivas en el norte chico y comprobaran en terreno algo que siempre conversamos en clases: en agronomía no existen recetas ni protocolos universales que sirvan para todos los huertos. Cada predio tiene sus propias condiciones climáticas, de suelo, disponibilidad hídrica y decisiones de manejo que lo hacen único”.

La docente explicó que, en lugares como Ovalle y el Valle del Elqui, los estudiantes pudieron comprobar cómo un mismo cultivo, por ejemplo, el palto, cambia sus estrategias de manejo según la realidad climática e hídrica. “Aún dentro de una misma especie, los manejos pueden parecer similares, pero nunca son idénticos”, señaló, reforzando que la agronomía es, ante todo, una disciplina de toma de decisiones.

Para los estudiantes, ver estas diferencias en vivo significó comprender que el verdadero rol del agrónomo no consiste en memorizar protocolos, sino en saber evaluar, integrar información y adaptarse a cada entorno productivo.

Al final del recorrido, profesores y estudiantes coincidieron en que esta gira representa un momento clave antes de la transición hacia el ejercicio profesional. Es una instancia que da sentido a la formación recibida, que despierta nuevas preguntas y que refuerza la pasión por una carrera donde la teoría se transforma en acción y donde cada decisión impacta directamente en los sistemas productivos y el entorno.

 

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