Estas en: Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía Académicos UDLA aportan innovación y ciencia aplicada en Expo Chile Agrícola 2025
Publicado el 13 de noviembre de 2025
Con una destacada participación en la versión 2025 de Expo Chile Agrícola, tres académicos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía de Universidad de Las Américas compartieron sus investigaciones y reflexiones sobre los desafíos que enfrenta la agricultura chilena en un contexto de cambio climático, sostenibilidad y nuevas tecnologías.
El encuentro, realizado de manera online los días 5 y 6 de noviembre, reunió a más de 60 expositores nacionales e internacionales vinculados a la innovación, la producción sustentable y la seguridad alimentaria, consolidándose como el evento agropecuario más importante del país.
El 5 de noviembre, el académico de UDLA Ignacio Fuentes presentó la charla “Utilización de información satelital e inteligencia artificial para la optimización de rendimientos agrícolas”, donde explicó cómo las herramientas de observación terrestre y modelamiento predictivo pueden mejorar la productividad y eficiencia en la gestión agrícola.
A través de ejemplos concretos, Fuentes detalló cómo la combinación de datos espectrales obtenidos por satélites como Sentinel o Landsat permite analizar el vigor de la vegetación, los índices de humedad y los cambios en los cultivos a distintas escalas. En su exposición señaló que “estos datos permiten evaluar tendencias y cambios abruptos en los procesos de la superficie terrestre, ayudando a la toma de decisiones asociadas a factores como el manejo agronómico, la necesidad de fertilización y la gestión del riesgo hídrico”.
El 6 de noviembre, el académico Raúl Calderón, también de UDLA, presentó la charla “Inocuidad en los sistemas agroalimentarios: el caso de los fertilizantes”. Su exposición abordó uno de los temas más sensibles para la seguridad alimentaria global: la presencia de contaminantes emergentes en los sistemas de producción agrícola.
A partir de los resultados de sus investigaciones, Calderón explicó cómo algunos fertilizantes, tanto orgánicos como inorgánicos, pueden contener compuestos como perclorato, bromato y tiocianato, los cuales pueden incorporarse en los cultivos y representar riesgos para la salud humana. Durante su presentación, advirtió que “al analizar fertilizantes, suelos y aguas, hemos detectado contaminantes que no aparecen en las regulaciones nacionales, lo que nos lleva a preguntarnos si realmente lo que consumimos en Chile es inocuo para la salud humana”.
El académico también destacó la necesidad de fortalecer los planes de monitoreo y regulación a nivel nacional, incorporando la medición de estos contaminantes emergentes y de los llamados “químicos eternos”, como los PFAS, recientemente identificados en productos agrícolas y fertilizantes chilenos.
También el segundo día de la jornada, Paulina Ballesta, académica de la Escuela de Agronomía UDLA, presentó la charla “Selección genómica en ciruelo japonés: una herramienta para el mejoramiento sostenible y competitivo de frutales”, donde explicó cómo la lectura del ADN vegetal y el uso de modelos predictivos están transformando los programas de mejoramiento genético.
Ballesta expuso su trabajo en colaboración con la Universidad de Chile, que busca reducir los tiempos de generación de nuevas variedades frutales mediante el uso de predicción genómica, un enfoque que permite estimar el comportamiento productivo de un árbol desde sus primeras etapas de desarrollo. “La genética nos permite predecir cómo se comportará un árbol en el futuro, incluso cuando solo es un pequeño brote. Esto reduce los costos y el tiempo de selección, permitiendo decisiones más eficientes para los productores”, explicó.
La académica destacó que esta herramienta no solo agiliza la innovación frutícola, sino que también contribuye a la sostenibilidad del sector, al optimizar el uso de recursos y reducir las pérdidas asociadas a largos ciclos de prueba.
La participación de Ignacio Fuentes, Raúl Calderón y Paulina Ballesta en Expo Chile Agrícola 2025 permitió visibilizar el trabajo científico que se desarrolla en la Universidad y su impacto directo en la productividad agrícola, la inocuidad alimentaria y la sostenibilidad del país.