Con más de quince años de experiencia en el ámbito de la medicina veterinaria y la industria de alimentos para mascotas, Víctor Suárez, egresado de Medicina Veterinaria de Universidad de Las Américas, ha construido una carrera que combina conocimiento clínico, visión comercial y una profunda vocación por el bienestar animal.

Titulado en UDLA y con un diplomado en Marketing y Ventas en la Universidad de Chile (2023), Víctor ha liderado el desarrollo y posicionamiento de nuevas marcas de Pet Food en Chile,  siendo reconocido consecutivamente como mejor vendedor de Latinoamérica en el rubro entre 2019 y 2022. Hoy forma parte de INABA, empresa japonesa donde se ha especializado en la introducción y expansión de productos innovadores en el mercado nacional, destacando por su capacidad para vincular la ciencia, la nutrición y la empatía hacia los animales.

¿Qué te ha significado formar parte de una organización como INABA que combina innovación, bienestar animal y compromiso con la calidad?

Formar parte de INABA ha sido una experiencia muy gratificante tanto en lo profesional como en lo personal. Representar una marca japonesa con más de 200 años de historia, que ha logrado combinar innovación, bienestar animal y calidad, me llena de orgullo.

Ser parte de este proyecto en Chile, con un producto tan reconocido como CHURU, me ha permitido ver cómo la innovación puede transformar el mercado de mascotas y también en la práctica de la medicina veterinaria, mejorando la experiencia de los pacientes y reduciendo el estrés durante la atención. Me motiva profundamente trabajar para una empresa que tiene como eje central la salud, la naturalidad y el respeto por los animales.

Desde tu experiencia profesional, ¿cuáles consideras que son los principales desafíos para mantener altos estándares de inocuidad y sostenibilidad en la industria de alimentos para perros y gatos?

Creo que los principales desafíos están en mantener la coherencia entre crecimiento, calidad y sostenibilidad. Hoy los consumidores son cada vez más exigentes y buscan transparencia: quieren saber el origen de las materias primas, los procesos de fabricación y el impacto ambiental.

En ese sentido, Inaba, con su legado desde 1805, ha sabido destacar al controlar toda su cadena productiva, asegurando materias primas de origen responsable —como el atún “dolphin safe” y el pollo criado naturalmente—, y manteniendo altos estándares de inocuidad y trazabilidad.

El gran reto es seguir innovando sin perder esos valores, garantizando siempre productos saludables y sostenibles.

 Mirando tu trayectoria, ¿de qué manera sientes que tu formación en Medicina Veterinaria en UDLA te entregó herramientas para desarrollarte en una empresa internacional con foco en la salud y nutrición animal?

Mi formación en Medicina Veterinaria en la UDLA fue la base que me permitió comprender de manera profunda la fisiología, el comportamiento y las necesidades nutricionales de las mascotas.

Esa mirada clínica me ha ayudado a comunicar de forma técnica y responsable los beneficios de nuestros productos tanto a profesionales veterinarios como a distribuidores. Además, UDLA me entregó herramientas de análisis crítico y ética profesional, fundamentales para desarrollarme en una empresa internacional con más de dos siglos de historia, que prioriza la salud y el bienestar animal por sobre todo.

¿Qué valores o aprendizajes adquiridos durante tu paso por UDLA destacarías como fundamentales para tu crecimiento profesional y para contribuir al bienestar animal?

Destacaría principalmente tres valores: El compromiso ético con la salud animal, que es el eje de toda decisión que tomamos en esta industria. La responsabilidad social, entendiendo que nuestro trabajo impacta directamente en la calidad de vida de las mascotas y sus familias. Y la vocación de servicio, que me impulsa a generar vínculos de confianza con los profesionales veterinarios y con los tutores de mascotas.

Estos valores han sido fundamentales para mi desarrollo en Inaba, una empresa con tantos años de tradición familiar, donde se busca no solo vender un snack, sino también mejorar la experiencia de cuidado y fortalecer el vínculo entre las personas y sus animales.

A lo largo de su carrera, Víctor Suárez ha demostrado que la medicina veterinaria puede trascender la consulta clínica, abriendo espacios en la gestión, la innovación y la comunicación con impacto real en la salud animal. Su trayectoria es un reflejo de los valores que promueve la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía UDLA: ética, compromiso, conocimiento y amor por los animales.