Una veintena de dirigentes comunitarios y emprendedores de Viña del Mar, beneficiarios del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) de la Región de Valparaíso, participaron en dos sesiones educativas sobre manipulación de alimentos, organizadas por el Centro de Atención Nutricional (CAN) de la carrera de Nutrición y Dietética del Campus Los Castaños.

La instancia tuvo como objetivo entregar conocimientos básicos y actualizados en materias de inocuidad y buenas prácticas de manufactura, claves para garantizar la seguridad alimentaria en iniciativas comunitarias.

Los beneficiarios de estas sesiones son en su mayoría líderes comunitarios que encabezan ollas comunes en distintos sectores de Viña del Mar, varios de ellos afectados por los incendios de febrero de 2024, entre ellos, Villa Alegre, Manos y Corazones, Comedor El Refugio, Chilenos por la Fraternidad, Pan Solidario y Almuerzos, Las Suricatas, Comedor Solidario María Medina, Los Almendros, Villa La Pradera y Cucharas G.C., pertenecientes a villas como Manuel Bustos, Achupallas, Forestal y Villa Independencia, entre otras.

Las jornadas se llevaron a cabo en el Condominio Microempresarial de Fomento Productivo, en Forestal, y fueron impartidas por estudiantes internos de quinto año, con la supervisión de la académica Camila Cofré. El equipo estuvo conformado por Geraldine Chacana, Sofía Gómez, Enzo Reyes, Javiera Sepúlveda, Yanira Silva y Javiera Olivares.

Los contenidos abordaron temas como conceptos básicos para la manipulación de alimentos, medidas higiénicas, tipos de equipamiento, prevención de riesgos, peligros alimentarios, enfermedades transmitidas por alimentos y buenas prácticas de manufactura, entre otros. La formación buscó reforzar conocimientos y habilidades que permitan prevenir enfermedades, mantener condiciones sanitarias adecuadas y fortalecer el compromiso colectivo en la preparación de alimentos.

La académica Camila Cofré comentó que “los participantes de estas sesiones cuentan con personalidad jurídica y postulan de manera continua a nuevos fondos para fortalecer sus iniciativas, por lo que la capacitación recibida les permitirá reforzar sus prácticas y ampliar sus posibilidades de desarrollo en el ámbito de la alimentación comunitaria”.

Además, agregó que “esta es una experiencia nueva para los estudiantes, pero muy enriquecedora porque están en contacto con la comunidad, conocen la realidad que se vive en las ollas comunes, entregando conocimientos más actualizados para manipular alimentos. Los emprendedores se fueron muy contentos, con muchas ideas para implementar y elaborar alimentos que sean inocuos para el consumo humano”.

Verónica Montero, representante de la olla común de Villa Alegre, señaló que “nosotros entregamos una vez a la semana alrededor de 200 raciones de alimentos a personas del mismo sector, en situación de calle, personas mayores o con discapacidad, por lo que esta capacitación nos pareció muy buena. Lo que expusieron los alumnos fue muy claro y nos sirvió mucho para aplicarlo en lo que hacemos”. Desde la misma comunidad, Sandra Vergara destacó que “la capacitación fue excelente, nos sirvió mucho. Hay muchas cosas que uno no sabe y acá se expusieron muy bien”.

Yanira Silva, estudiante de quinto año, comentó que “fue una experiencia bastante enriquecedora. Creo que es muy valioso que la Universidad pueda abrir estas instancias con la comunidad y poder compartir conocimientos con líderes comunitarios que se encargan de las ollas comunes. Ellos estaban muy agradecidos y fue una instancia muy bonita”.

Javiera Sepúlveda, también estudiante, expresó que “fue muy buena esta actividad porque conocimos experiencias de muchas personas y diferentes realidades que nos hacen salir de lo técnico que manejamos de un servicio de alimentación y ver cómo se las arreglan para seguir ayudando a la comunidad. Aprendemos mucho con estas experiencias y que bueno que la Universidad nos dé la oportunidad de participar con personas que realizan este rol, que es muy importante. Nosotros aprendemos de ellos y ellos de nosotros”.