Natalia Cancino, académica de la Escuela de Terapia Ocupacional de UDLA y experta en psicomotricidad, lideró la clase-taller “Juego y Familia: Interacciones para el Desarrollo Infantil”, realizada en la Universidad Alberto Hurtado (UAH) para estudiantes de segundo año de la carrera de Educación Parvularia.

La actividad, desarrollada en el marco de la asignatura “Juego y Aprendizaje” dictada por Patricia Jaramillo, académica y directora de carrera en UAH, tuvo como foco central el rol del juego en el desarrollo infantil temprano, destacando su vínculo con la familia como primer entorno psicomotor y afectivo.

La clase-taller, realizada en la sala de psicomotricidad de la UAH, permitió a las futuras educadoras parvularias reflexionar sobre la importancia del juego como una necesidad vital en la infancia, y cómo la familia puede ser un agente clave en la promoción de entornos seguros, respetuosos y amorosos para el desarrollo integral de niños y niñas.

Durante la sesión, Natalia Cancino abordó las barreras contemporáneas que dificultan el juego, e invitó a mirar la crianza desde un enfoque que respete los ritmos únicos de cada niñez:

“En un contexto donde la competitividad y la urgencia por estar constantemente ocupados se han naturalizado, la crianza se transforma en un acto esencial que debe ser resguardado. Quienes ejercen la crianza deben comprender estos procesos, respetar los ritmos vitales e incorporar prácticas basadas en la paciencia, la flexibilidad y la validación del desorden como parte del aprendizaje”, señaló Cancino.

La académica de UDLA destacó también el rol de las educadoras como puentes entre el juego y la familia, promoviendo prácticas pedagógicas que empoderen a madres, padres y cuidadores como protagonistas activos en la formación de sus hijos e hijas.

Patricia Jaramillo, enfatizó que “los actuales modelos de atención temprana infantil empoderan a las familias como protagonistas en la educación de sus hijos. Natalia aportó una visión profunda desde la psicomotricidad que permitió a nuestras estudiantes comprender el juego más allá del aula, enraizado en la cultura y la vida cotidiana”.