Egresada de la carrera de Relaciones Públicas de Universidad de Las Américas (UDLA),  Nicole Tejero hoy es jefa de Comunicaciones de una productora de entretenimiento dedicada a diseñar y ejecutar estrategias para la promoción y posicionamiento de conciertos y espectáculos.

En esta entrevista explica la importancia de su paso por UDLA, los académicos que la inspiraron y finalmente comparte los objetivos que persigue para hacer del mundo un lugar mejor.

¿Qué asignatura considera que fue la más importante en su formación profesional?

Los tres ramos de Marketing que imparte la Universidad en la carrera fueron indispensables en mi formación, ya que me entregaron herramientas concretas para comprender el mercado, diseñar estrategias y posicionar proyectos de manera efectiva y medible. Profesores como Cynthia Romo y Loreto Castro marcaron una diferencia al transmitir con claridad la relevancia de aplicar la teoría a la práctica, siempre con un enfoque creativo y alineada a la estrategia organizacional. Lo que no se mide, no existe.

Asimismo, la asignatura de Proyectos de Comunicación guiados por el profesor Ernesto Eglinton fueron fundamentales para aprender a trabajar en escenarios reales, enfrentando desafíos similares a los que hoy me toca abordar en la vida profesional. Esa combinación entre teoría sólida y aplicación práctica me permitió salir preparada para liderar proyectos complejos con una visión integral de la comunicación.

¿Hay algún docente que la inspirara en su carrera y por qué?

Sí, por supuesto. Tal como mencioné antes, Cynthia Romo y Ernesto Eglinton fueron docentes que dejaron una huella muy importante en mi formación. También debo destacar a Sergio Urbina, cuyo enfoque marcó profundamente mi manera de entender la profesión. UDLA tiene el privilegio de contar con dos Premios Nacionales de Relaciones Públicas entre su cuerpo docente, lo que es un enorme valor para los estudiantes.

¿Qué fortalezas le entrego UDLA en su formación profesional?

En mi caso fue la capacidad de adaptación y la proactividad. Además, tuve la oportunidad de participar en proyectos muy diversos durante mi formación académica, lo que me enseñó a no quedarme en la pasividad ni a esperar instrucciones, sino a tomar la iniciativa, proponer nuevas ideas, asumir responsabilidades y buscar soluciones creativas frente a cada desafío.

¿Cuál es el sello valórico que usted considera que imprime UDLA en los estudiantes de su carrera?

Considero que el sello más importante que UDLA imprime en los estudiantes de Relaciones Públicas es la ética y la coherencia en el ejercicio de la profesión. Desde la formación, la Universidad nos transmitió que comunicar no se trata únicamente de difundir mensajes o gestionar la imagen de una organización, sino de hacerlo con responsabilidad, transparencia y un profundo respeto por las personas y la sociedad, más allá de los objetivos de negocio.

¿Considera que las charlas, conversatorios o seminarios presenciales o virtuales fueron valiosos en su etapa de formación profesional?

Sin duda. Estos espacios son fundamentales para conectar el aula con el mundo real. Permiten aprender de experiencias concretas, conocer tendencias, dialogar con expertos y ampliar redes de contacto. En mi caso, varios de esos espacios me inspiraron para seguir explorando caminos dentro de la comunicación y me ayudaron a ver cómo mi carrera podía impactar en distintos sectores.

¿Puede dar un consejo para los alumnos que están a punto de entrar al mundo laboral?

Mi consejo es que vivan la Universidad con intensidad: estudien, pregunten, aprovechen a los docentes y exprímanle todo el valor posible al proceso formativo. Ese camino no vuelve, y lo que aprendan ahí será el cimiento sobre el cual construirán su futuro profesional.

Pero también que recuerden que el aprendizaje no termina al egresar. El mundo laboral cambia rápido y exige curiosidad, actualización constante y, sobre todo, la capacidad de adaptarse sin perder la esencia.

¿Considera que su trabajo hace del mundo un lugar mejor?

Estoy convencida de que las Relaciones Públicas, bien ejercidas, contribuyen a hacer del mundo un lugar mejor, porque ayudan a crear organizaciones más responsables, culturas más participativas y sociedades más conectadas. A través de proyectos en el entretenimiento, en la cultura y en el ámbito corporativo, he podido ver cómo la comunicación estratégica puede transformar realidades, abrir espacios de confianza y fortalecer el tejido social.