Egresado de la carrera de Pedagogía en Educación Física de Universidad de Las Américas, Matías Covarrubias se ha consolidado como un destacado preparador físico especializado en entrenamiento de fuerza aplicada al fútbol. Luego de su egreso cursó un diplomado en Entrenamiento Deportivo en la Universidad de Santiago de Chile (USACH) y un Magíster en Ciencias del Deporte en la Universidad Santo Tomás, fortaleciendo su formación académica y su enfoque basado en la evidencia científica.

Actualmente Covarrubias lidera su propio gimnasio, espacio que continúa en expansión con el objetivo de aportar al desarrollo de nuevos deportistas y profesionales del área. Su metodología, compromiso y resultados lo han posicionado como uno de los preparadores físicos referentes del país, destacando por su aporte al crecimiento del fútbol chileno y la preparación integral de sus jugadores.

¿Cómo describirías tu paso por la carrera de Educación Física en UDLA y qué aspectos de tu formación crees que fueron clave para tu desarrollo profesional?

Mi paso por la carrera fue una de las etapas más significativas y enriquecedoras de mi vida. Representó el cimiento de mi desarrollo profesional y personal. El acompañamiento y la motivación constante de los profesores fueron fundamentales, ya que me impulsaron a innovar, a desarrollar mi creatividad y a asumir nuevos desafíos con compromiso y pasión. La formación integral que recibí en UDLA, tanto en el ámbito teórico como práctico, me permitió adquirir herramientas sólidas para desempeñarme con una visión reflexiva, humana y orientada al impacto positivo en las personas a través de la educación física.

Durante tus estudios y luego en tu trayectoria profesional, ¿qué experiencias o proyectos destacan como los más significativos en tu formación deportiva y académica?

He tenido experiencias muy significativas que marcaron mi desarrollo tanto deportivo como académico. Destaco especialmente las prácticas y proyectos que me permitieron vincular la teoría con la realidad del alto rendimiento, comprendiendo la importancia de la planificación, la evaluación y el trabajo interdisciplinario.

Con el tiempo, he tenido la oportunidad de trabajar como preparador físico con grandes jugadores de fútbol, lo que me ha exigido mantenerme en constante actualización y aplicar una mirada científica, pero también humana, al entrenamiento. Además, la creación de mi propio gimnasio ha sido un paso clave en mi crecimiento profesional, ya que me ha permitido generar un espacio donde puedo aplicar mi visión del entrenamiento, promover el desarrollo integral de las personas y seguir contribuyendo al deporte desde un enfoque formativo y de alto rendimiento.

Hoy eres reconocido por tu cercanía con los jugadores y tu rol como entrenador personal. ¿Cómo influye tu formación en Educación Física y tu Magíster en Ciencias del Deporte en tu manera de trabajar con ellos?

Yo crecí desde la pedagogía, de entender la situación integral de cada persona y saber que todos somos un universo diferente. Mi formación en pedagogía me dio las herramientas para generar estrategias a través de habilidades blandas, creando vínculos reales y logrando un aprendizaje significativo con mis deportistas.

Seguir actualizando mis conocimientos durante estos años complementó esa base, entregándome una mirada más crítica y científica del rendimiento físico. Hoy puedo combinar ambos enfoques: el conocimiento técnico y la comprensión humana. Eso me permite diseñar planes personalizados, ajustados a las necesidades y características de cada jugador, pero también acompañarlos en su desarrollo emocional y motivacional. Creo firmemente que el rendimiento deportivo no solo se construye con datos o cargas de entrenamiento, sino también con confianza, comunicación y una relación cercana que potencie lo mejor de cada uno.

¿Qué habilidades o valores aprendidos en UDLA consideras que te ayudaron a destacar en el ámbito deportivo y en la relación con tus alumnos y deportistas?

Durante mi paso por UDLA adquirí una visión integral del ser humano y del deporte. Aprendí a valorar la empatía, la responsabilidad y el trabajo en equipo como pilares fundamentales de la enseñanza. La formación me entregó una base sólida tanto científica como pedagógica, lo que me permite entender las necesidades individuales de cada deportista, acompañarlos desde la cercanía y guiarlos no solo en su rendimiento físico, sino también en su desarrollo personal.

Para quienes hoy cursan Pedagogía en Educación Física en UDLA y sueñan con desarrollarse como profesionales destacados, ¿qué recomendaciones les darías sobre aprovechar la carrera y proyectarse hacia el futuro?

A quienes hoy están cursando Educación Física en UDLA, les diría que aprovechen cada instancia que la carrera les ofrece. Que se enriquezcan participando en ayudantías, voluntariados y proyectos que les permitan ganar experiencia real en el campo. También que busquen constantemente aprender más: realizar pequeñas capacitaciones o cursos en las áreas que más les apasionen puede marcar una gran diferencia en su desarrollo profesional.

El recorrido de Matías Covarrubias refleja la fuerza de la vocación. Su historia es testimonio de cómo la formación integral, el esfuerzo sostenido y la búsqueda constante de conocimiento pueden transformar la manera de entender la pedagogía.