Leslie Landaeta, Directora del Doctorado en Bienestar Humano, Salud y Sociedad, presentó el nuevo programa de postgrado que se comenzará a impartir el próximo año en UDLA y que busca formar investigadores con una mirada crítica, territorial y socialmente comprometida.

“Queremos impulsar investigaciones con pertinencia social y territorial y, por sobre todo, ofrecer este espacio de respeto hacia las personas, hacia las diversidades y con una mirada hacia el bien común”, afirmó la nueva directora del programa.

La Dra. en Biomedicina, Leslie Landaeta, explicó en la entrevista con EmolTV que en una sociedad marcada por la aceleración tecnológica, las transformaciones medioambientales y las secuelas de una pandemia global, la reflexión sobre el bienestar humano se vuelve cada vez más necesaria.

Agregó que el concepto no es estático, sino que debe ser constantemente resignificado. “La idea de bienestar humano es compleja de definir. Es multidimensional, por lo cual amerita un espacio de reflexión, de investigación y de análisis”, enfatizó Landaeta durante la conversación.

En ese sentido, ejemplificó que “no es lo mismo vivir en una zona de sacrificio medioambiental, o en una zona alejada del acceso, por lo tanto, para cada persona, para cada comunidad, las prioridades van a ser distintas y eso va permitiendo conocer y analizar qué es lo que significa para aquellas personas el bienestar humano”.

La investigadora de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales de Universidad de Las Américas, agregó que el bienestar humano hay que analizarlo desde una perspectiva integral, “porque más allá de la salud física, está la salud psicológica y emocional, también todo lo que ocurre a nivel social, cultural y medioambiental. En ese sentido es necesario que reflexionemos sobre qué es lo que significa para cada uno, para la sociedad, para las personas, el bienestar”.

El rol clave de la academia en la construcción de bienestar social

Durante la conversación con EmolTV, la académica planteó que es importante generar conocimiento que no solo contribuya al debate, sino que tenga un impacto concreto en la vida de las personas. Esto implica una tarea compartida entre la academia, el Estado y la sociedad civil, con el propósito del bien común.

Para la experta, la investigación no debe quedarse solo en publicaciones. Tiene que ser útil, generar evidencia para que quienes toman decisiones puedan diseñar políticas públicas con sentido social.

“Los proyectos no solamente deben permitir publicar los resultados, sino que también deben tener un sentido y una responsabilidad social”, declaró.

Investigación con impacto: las tres líneas del doctorado

El nuevo doctorado se estructura en torno a tres líneas de investigación que abordan el bienestar desde una perspectiva integral:

• Ciencias básicas aplicadas a la salud, con proyectos como el estudio de las bases hormonales del altruismo competitivo, que aportan al conocimiento del comportamiento humano.
• Bienestar relacional y cuidado, con investigaciones orientadas al desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial para acompañar a personas adultas del espectro autista.
• Configuraciones territoriales del bienestar, centrada en contextos rurales y fronterizos, donde se analiza el aula como espacio de interculturalidad y convivencia.