En el marco de la Jornada de Inicio de Año Académico 2025 del Instituto Profesional IACC, Ana Henríquez Orrego, académica de la Facultad de Educación y directora de Auditorías Académicas de la Universidad de Las Américas (UDLA), fue invitada como expositora central para reflexionar sobre el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en el sistema educativo.

Henríquez, integrante del Observatorio sobre el Uso de Inteligencia Artificial en Educación, presentó la ponencia “Formación profesional en tiempos de IA: nuevos desafíos para la educación”, en la que propuso una lectura crítica de los efectos que la IA ya está generando en la estructura, dinámicas y propósitos de los modelos formativos. Más allá de su dimensión técnica o instrumental, la IA fue presentada como un fenómeno que interpela profundamente a las instituciones de educación superior.

Entre los principales puntos abordados, se destacó cómo la IA está tensionando los marcos curriculares vigentes, los sistemas de evaluación, las funciones del rol docente y las trayectorias estudiantiles, obligando a revisar el diseño de los procesos de enseñanza-aprendizaje desde una perspectiva estratégica. Asimismo, se discutió la necesidad de que las instituciones desarrollen marcos éticos y decisiones pedagógicas claras frente al uso de estas herramientas, para evitar delegar la autoridad educativa en sistemas automatizados.

“La IA no es solo un recurso que incorporamos; es una fuerza que transforma las bases sobre las que hemos construido nuestras decisiones pedagógicas e institucionales. El desafío es no adaptarse a ciegas, sino redefinir activamente el tipo de formación que queremos ofrecer en este nuevo escenario”, señaló Henríquez.

La académica de UDLA hizo hincapié en que los desafíos no son exclusivamente técnicos, sino institucionales y formativos, y que la respuesta debe surgir desde la reflexión pedagógica. En este sentido, conceptos como el “diálogo con la IA” y la formulación de prompts robustos fueron abordados como nuevas capacidades que tanto docentes como estudiantes deben desarrollar. Estas habilidades permiten no solo utilizar tecnología, sino conducirla hacia fines educativos legítimos, con sentido crítico y propósito formativo.

Durante la exposición, se analizaron también las tensiones éticas que emergen del uso de IA generativa: desde la confiabilidad de las respuestas, hasta la autoría, la verificación de fuentes, la privacidad de datos y los posibles sesgos en los modelos. Estas cuestiones fueron presentadas como parte de una agenda ineludible que debe ser asumida por los equipos directivos, las comunidades académicas y los marcos normativos institucionales.

La jornada generó un diálogo amplio entre los más de 300 asistentes, quienes compartieron experiencias y manifestaron su interés por profundizar en estas temáticas. La presentación permitió no solo reflexionar sobre los impactos actuales de la IA, sino también anticipar los escenarios que las instituciones deberán enfrentar en los próximos años si desean mantener la pertinencia, la calidad y el sentido formativo de sus propuestas educativas.

Esta participación se suma a otras instancias donde Henríquez, desde su rol en el Observatorio IA UDLA, ha promovido la discusión crítica sobre el uso de inteligencia artificial en educación, generando espacios de intercambio y actualización con distintas comunidades académicas del país.