La Facultad de Salud y Ciencias Sociales desarrolló una jornada académica interdisciplinaria organizada por las escuelas de Obstetricia y Puericultura y de Psicología. La instancia tuvo como objetivo fortalecer el diálogo entre ambas disciplinas, abordando de manera integral los desafíos actuales en torno a la crianza, la lactancia y el neurodesarrollo.

La actividad contempló dos ponencias centrales. La primera estuvo a cargo de Sussan Iturrieta, matrona de la Universidad de Chile y consultora internacional de Lactancia Materna (IBCLC), quien dictó la charla “Humanización en lactancia materna: un camino de amor, respeto y autonomía”.

Posteriormente, Carolina Grellet, psicóloga infantil y especialista en Psicomotricidad y Corporeidad en la primera infancia, presentó la conferencia “Cuidados respetuosos desde el nacimiento”. Su exposición puso énfasis en la relevancia de la acogida temprana, los vínculos iniciales y los gestos cotidianos de cuidado como pilares del desarrollo integral de niños y niñas.

La jornada reunió a estudiantes, docentes y directivos de ambas escuelas, consolidándose como un espacio de actualización académica, reflexión interdisciplinaria y diálogo sobre el rol de los profesionales de la salud y las ciencias sociales en la promoción del bienestar durante la primera infancia.

En palabras de Maricela Pino, Directora de Escuela de Obstetricia y Puericultura de UDLA, “esta jornada nos ha permitido estrechar lazos con la Escuela de Psicología, generando un espacio en el que nuestro estudiantado pudo conocer los roles de ambos profesionales y comprender cómo, frente a una temática como la crianza y la lactancia, se construye un abordaje complementario e interdisciplinario que enriquece la formación académica y el futuro ejercicio profesional”.

Por su parte, la expositora Sussan Iturrieta expresó que “resulta sumamente importante abordar estos temas con las nuevas generaciones de estudiantes, pues las actividades de humanización son cruciales para el futuro porque trascienden lo biológico y se centran en proteger el vínculo afectivo único entre madre e hijo/a, fomentando una crianza desde el respeto, la confianza y el acompañamiento emocional, lo que sienta las bases para futuras generaciones más conscientes, empáticas y conectadas con sus necesidades afectivas esenciales”.