Estas en: Facultad de Educación UDLA aborda el impacto de la IA en la educación superior
Publicado el 12 de septiembre de 2025
“La IA puede abrir nuevas oportunidades de aprendizaje, apoyar la investigación, fortalecer la docencia, mejorar la gestión académica. Por eso prefiero no mirarlo como un juego de suma cero, de contras versus ventajas, sino como un desafío de aprendizaje colectivo. Estamos todos invitados a comprender esta tecnología, a experimentar con ella, a equivocarnos y a aprender juntos. Ese, creo yo, es el verdadero sentido ético del momento que vivimos: no negar la IA, no idealizarla tampoco, sino aprender a integrarla con criterio y compromiso en nuestros procesos formativos”, explicó Ana Henríquez, Directora de Auditorías Académicas en Universidad de Las Américas.
Henríquez además es integrante del Observatorio sobre el uso de la IA para la Educación de UDLA, y desde 2023 hasta la fecha se ha propuesto compartir sus experiencias y aprendizajes relacionados con uso de la IA, por lo que ha impartido diversos talleres basados en la integración de aquello en contextos laborales y educativos.
“En este minuto yo creo que la Inteligencia Artificial es una herramienta que está allí a disposición, y que es potencialmente un gran instrumento para mejorar los procesos. Y el de enseñanza y aprendizaje es el más relevante en contextos universitarios. En una institución educativa eso va desde el diseño de los planes de estudios, la planificación didáctica, la evaluación y todo lo que compromete la gestión de calidad”, afirmó la académica, en una entrevista realizada en el podcast de EvoAcademy, “Inteligencia Artificial para los Negocios”, durante un episodio enfocado en cómo afecta la IA en la educación superior.
Según explica Henríquez, en UDLA el abordaje de la Inteligencia Artificial se está desarrollando desde distintos frentes, y uno de los más relevantes ha sido el perfeccionamiento docente. La institución, a través de la Vicerrectoría Académica, ha concebido que el cuerpo académico debe contar con espacios para aprender, reflexionar y formarse en torno a la IA, de manera que luego pueda guiar a los estudiantes y también llevar esta integración a los planes formativos, a los programas de estudio y a las metodologías de enseñanza.
Por esta razón hoy existe un piso mínimo de formación con módulos virtuales de autoaprendizaje, talleres semanales abiertos a toda la comunidad académica, y un Diplomado de Inteligencia Artificial en Docencia, impulsado desde la Vicerrectoría Académica. A esto se suman diplomados disciplinares que ya han desarrollado algunas facultades, en áreas como Comunicaciones o Salud, donde la IA está empezando a generar impactos específicos. Así, se han multiplicado las oportunidades de capacitación, que van desde lo básico hasta instancias más profundas de especialización.
Hoy, la Universidad se encuentra en pleno proceso de revisión para identificar qué iniciativas deben consolidarse a nivel institucional, reflejándose en la docencia, en los planes de estudio y en la formación de los estudiantes.
Según agregó Henríquez, en ese camino, el marco para el uso de la Inteligencia Artificial en UDLA ha sido fundamental. “Fue un trabajo colectivo realizado durante 2024, por encargo de Rectoría y de la Vicerrectoría Académica. Al inicio se enfocaba solo en docencia, pero posteriormente se amplió a los tres procesos misionales: Docencia, Investigación y Vinculación con el Medio, lo que extendió esta labor hasta inicios de 2025. Una vez aprobado, fue presentado en instancias estratégicas superiores, enviado por correo institucional y difundido masivamente en marzo y abril. Hoy se encuentra disponible en aulas virtuales, portales institucionales y plataformas abiertas para un acceso amplio y permanente”, afirmó.
“Más que un reglamento, el marco es una invitación al diálogo. Recoge orientaciones internacionales, como las de Unesco, y enfatiza la importancia de reconocer que existen distintos niveles de responsabilidad: las instituciones, las personas usuarias, las empresas desarrolladoras y los gobiernos. Cada actor tiene un rol que cumplir, pero también la tarea de participar en decisiones que se están tomando ahora. El marco funciona como una hoja de ruta: con orientaciones para estudiantes, directrices para el cuerpo académico y compromisos institucionales de formación continua y reflexión permanente”, continuó la académica, quien también señaló que participar en su creación es una gran oportunidad para aprender colectivamente y aportar esos aprendizajes a toda la comunidad académica
Integrantes del Observatorio sobre el uso de la IA para la Educación han acompañado a comités curriculares y direcciones de escuela en espacios cercanos: talleres, jornadas de análisis y planificación de tareas. Todo este proceso sigue en curso, porque no se trata de un proceso cerrado, sino de un camino vivo, que evoluciona y que seguirá marcando la pauta de cómo UDLA integra la Inteligencia Artificial en la educación superior.
“La IA en UDLA se está abordando con una mirada integral: perfeccionamiento académico, pilotos institucionales y un marco que articula y compromete. El resultado es un proceso en marcha, abierto y compartido, donde el marco cumple su rol de aunar criterios y proyectar un uso ético y responsable de la Inteligencia Artificial en la Universidad”, concluyó Henríquez.