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El Instituto de Idiomas (IDI) de la Facultad de Comunicaciones y Artes y el Centro de Investigación en Cognición e Inclusión para la Alfabetización Académica en Enseñanza Superior (CIPAES) de Universidad de Las Américas, organizaron el conversatorio “Autismo, Inclusión y Neurodivergencias en la Educación Superior”, instancia que reunió a docentes, estudiantes y profesionales interesados en nuevas estrategias para promover espacios académicos más inclusivos.

El encuentro abrió un espacio de capacitación y reflexión sobre cómo comprender la diversidad neurocognitiva y generar prácticas pedagógicas que reconozcan las distintas formas de aprendizaje en la educación superior. Desde la organización se destacó la necesidad de avanzar hacia modelos de enseñanza que no solo cumplan con las normativas legales, sino que también respondan a una visión de inclusión efectiva y culturalmente transformadora.

La actividad contó con la exposición de Melissa Muñoz, profesora, innovadora social y creadora de AutistApp, una aplicación digital reconocida internacionalmente por su aporte a la inclusión de personas autistas. Durante su presentación, Muñoz compartió su experiencia como investigadora y como persona autista, ofreciendo estrategias concretas para aplicar en las aulas universitarias, tales como el diseño de clases multimodales, la anticipación de actividades, el uso de materiales accesibles y la flexibilización en la evaluación.

En tanto, Benjamín Cárcamo, académico investigador de IDI y Director de CIPAES, valoró la instancia señalando que “este tipo de encuentros permiten no solo sensibilizar a la comunidad educativa, sino también entregar herramientas prácticas a docentes y estudiantes, aportando a que la inclusión sea un principio transversal en la formación universitaria”.

Por su parte, Melissa Muñoz destacó que “la inclusión no debe esperar a que un estudiante tenga un diagnóstico, sino que debe estar presente desde el diseño de cada clase. Estrategias como el lenguaje claro, la variedad de formatos de aprendizaje y la anticipación de actividades no solo benefician a estudiantes neurodivergentes, sino a toda la comunidad académica”.

El conversatorio cerró con un espacio de diálogo en el que los asistentes pudieron compartir preguntas y experiencias, reforzando la idea de que la diversidad enriquece los procesos de enseñanza y aprendizaje.