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La Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía de Universidad de Las Américas llevó la ciencia a las escuelas con una actividad que combinó curiosidad, juego y aprendizaje. En el marco del aniversario número 30 de Programa Explora, las investigadoras de UDLA Cecilia Paredes y Patricia Poblete desarrollaron el taller “Exploradores del suelo: ¿Quién vive bajo nuestros pies?”, acercando el mundo invisible del suelo a niños y niñas en edad escolar.

El taller se realizó en la Escuela Capilla de Caleu, en Tiltil, y en la Escuela El Pino Viejo de Lonquén, en Talagante. Más de 70 estudiantes de enseñanza básica participaron de esta experiencia en la que el suelo se transformó en un espacio de descubrimiento. A través de actividades prácticas, y reflexión grupal, los niños pudieron conocer la vida que habita bajo la tierra: lombrices, hormigas, hongos, microorganismos y raíces, comprendiendo su rol en la naturaleza.

La iniciativa tuvo como propósito mostrar que la ciencia no es un concepto lejano ni reservado para los laboratorios, sino una herramienta cotidiana que puede ser explorada desde la infancia. Con dinámicas de observación, pruebas de pH, muestras de nutrientes, los escolares vivieron la ciencia de manera activa, participando como verdaderos “detectives del suelo”.

Para las investigadoras de UDLA, este tipo de actividades refuerza la importancia de la vinculación con el medio. “La ciencia en la educación básica es una llave que abre puertas a la imaginación. Acercarla a niños y niñas significa mostrarles que la curiosidad es valiosa, que el error es parte del aprendizaje y que cada uno puede ser protagonista en la construcción de un futuro más justo y sostenible”, destacó Patricia Poblete.

En la misma línea, Cecilia Paredes subrayó el valor de despertar la motivación temprana en los más pequeños: “Cuando los niños son pequeños tienen una curiosidad inmensa y absorben todo lo que ven. Por eso estas actividades son tan valiosas, porque descubren que la ciencia no es algo lejano, sino algo que pueden tocar y explorar. Esto abre la puerta a que en el futuro puedan imaginarse en nuevas vocaciones científicas y tecnológicas”.

Los niños que participaron no solo aprendieron sobre capas de suelo, nutrientes y organismos, sino que también internalizaron un mensaje muy importante: sin suelo no hay vida. Con juegos, experimentos y reflexión colectiva, reafirmaron que la educación científica desde edades tempranas es una semilla para un futuro más consciente y sostenible. Desde esta óptica para Carolina Núñez, profesora jefe de primero básico de la Escuela El Pino Viejo, la actividad resultó innovadora y significativa: “Los niños tuvieron la oportunidad de practicar, de tocar, de observar y de trabajar en grupo. El material era atingente y lo pasaron muy bien. Fue una experiencia dinámica y enriquecedora”.

Desde la coordinación de Explora Región Metropolitana Norte, Loreto Bornscheuer resaltó el impacto de llevar laboratorios itinerantes a zonas rurales: “La idea es acercar la ciencia a los territorios, que niños y niñas tengan la oportunidad de experimentar con distintas áreas del conocimiento en su propio entorno”.

Más allá del aprendizaje científico, el taller “Exploradores del suelo” refleja el compromiso de UDLA con su entorno, al integrar a sus académicos en espacios de encuentro con la comunidad. La vinculación con el medio UDLA se convierte así en un puente que fortalece el tejido social y genera un impacto positivo en la formación de futuras generaciones.