Agosto fue protagonista del lanzamiento oficial del documento “Hacia una educación sin brechas de género – Informe Comisión técnica: desafíos y propuestas para el sistema educativa” elaborado por dicha comisión del  Ministerio de Educación.

El organismo, está conformado por organizaciones de la sociedad civil y representantes del mundo académico, entre ellos la  Decana de la  Facultad de Educación de UDLA, María Jesús Honorato,  además de Alejandra Bitzala; prorrectora de la Universidad de Chile, Sebastián Madridi; académico de la Universidad Alberto Hurtado y Jimena Galdame; secretaria de estudio de Educación Parvularia de Universidad Diego Portales.

“El documento propone implementar una política pública transversal, con monitoreo constante y capacitación docente. La idea es trabajar con hombres y mujeres, en todos los niveles, para avanzar hacia un sistema educativo más equitativo e inclusivo”, comentó la autoridad de UDLA

La recomendación central fue impulsar una política nacional de educación en igualdad de género, con acciones específicas a corto, mediano y largo plazo. Finalmente se consolidaron 16 acciones que impactan en todos los niveles educativos.

Algunos de los ejes considerados para la elaboración de esta propuesta fueron la orientación vocacional con perspectiva de género; la atención a estudiantes que cumplen labores de cuidado, que suelen ser mujeres y; finalmente, la incorporación de la mirada de género en políticas curriculares, formación docente y educación superior.

“Un aspecto que me pareció muy relevante fue considerar también a los hombres, bajo el concepto de “masculinidad positiva”. Es decir, no solo trabajar en levantar a las mujeres, sino también repensar los modelos de masculinidad para prevenir violencia y promover una convivencia más equitativa”, agregó Honorato.

Asimismo, se pudo visualizar el efecto de la pandemia en la profundización de estas diferencias: mientras muchos estudiantes varones obtuvieron mejores resultados, numerosas alumnas vieron afectado su aprendizaje al asumir labores de cuidado en el hogar, lo que limitó su tiempo de estudio y consolidó estereotipos de género presentes en las familias.

“Cuando existe esta condición, la expectativa para la mujer baja también. No es solamente que esté en otro rol, es que empieza a asumir que su rol es ese, y por lo tanto el tiempo para aprender, leer o interactuar no va a existir.”

El documento fue entregado a la subsecretaria de Educación, Alejandra Arratia; la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos; el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Gino Cortez; y la superintendenta de Educación, Loreto Orellana.

Estos hallazgos reafirman la necesidad de ajustar los instrumentos de evaluación y fortalecer políticas educativas que atiendan con mayor sensibilidad la perspectiva de género.