Durante más de dos años académicas investigadoras de ocho instituciones educacionales del país entre ellas Universidad de las Américas, representantes del Ministerio de Educación y académicas del CIAE de la Universidad de Chile, diseñaron el manifiesto “Por una formación docente para la lectura y escritura inicial” y el Programa de Formación Inicial Docente en Didáctica de la Lectura y Escritura Inicial.

En el marco del Taller de Formadoras de Docentes en Lenguaje, que se realizó en formato remoto, germinaron los documentos que buscan potenciar la formación universitaria inicial docente, en el área de la enseñanza de la lectura y escritura para los primeros años de escolaridad.

Convocadas por la red Por un Chile que Lee, iniciativa público-privada por el aprendizaje lector en Chile, y por integrantes de ProLEER, iniciativa que busca fortalecer la formación inicial docente en lectura y escritura, las integrantes del taller elaboraron esta propuesta  a partir de una construcción colectiva de saberes. El trabajo se propuso reflexionar sobre los desafíos actuales en el aula y ofrecer orientaciones pedagógicas que respondan a las necesidades reales del sistema educativo chileno.

“Resolver la tensión entre una formación sólida en fundamentos teóricos y una preparación pertinente para la práctica es una tarea que aún tenemos por delante.”, comentó Andrea Bustos, académica de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

El trabajo se centra en la importancia de una formación sólida y situada, en donde los docentes estén capacitados para garantizar mejores oportunidades de aprendizaje para niñas y niños en todo el país.

“Lo más importante de este manifiesto es que se trata de un acuerdo entre universidades muy diversas, fundaciones y docentes. Esto puede generar una sinergia muy potente y necesaria, porque es un acuerdo transversal”, explica Carmen Sotomayor, investigadora del CIAE de la U. de Chile.

Esta iniciativa exige un compromiso colectivo para garantizar el derecho de las infancias a acceder a la cultura escrita y a participar plenamente en la vida social.

“El trabajo colaborativo que se impulsa a través de estas iniciativas permite construir saberes de manera conjunta, fortalecer redes institucionales y reafirmar el compromiso de UDLA con la formación de docentes altamente preparados, capaces de garantizar el derecho de todos los niños y niñas a aprender a leer y escribir de manera efectiva”, señaló Belén Muñoz, coordinadora del área de Lenguaje y Comunicación de la carrera de Educación Básica de UDLA.

Dentro de las conclusiones, se recomienda incluir un curso específico de didáctica de lectura y escritura inicial hacia el final de la carrera docente, articulado con la práctica profesional y con énfasis en el uso de metodologías activas.