La Escuela de Nutrición y Dietética de UDLA llevó a cabo una experiencia COIL (Collaborative Online International Learning) junto a la carrera de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La iniciativa fue coordinada por la Dra. Marianela Bastías, académica e investigadora de UDLA, y la Dra. Melissa Rito, docente de la UNAM. 

El objetivo principal de esta actividad académica fue fortalecer las competencias interculturales, disciplinares y colaborativas de los estudiantes de tercer año de ambas carreras, a través del desarrollo conjunto de un proyecto centrado en los receptores farmacológicos y su aplicación clínica. La experiencia se articuló dentro del marco de la asignatura de Farmacología, en la que los futuros profesionales abordaron contenidos complejos desde una perspectiva internacional e interdisciplinaria.

La metodología del proyecto contempló una clase sincrónica de apertura con participación activa de estudiantes y docentes de ambas instituciones, dos cápsulas grabadas con contenidos teóricos, y diversas sesiones de trabajo autónomo coordinadas virtualmente entre los equipos binacionales. Como cierre, los estudiantes de UDLA presentaron sus trabajos en modalidad presencial, mientras que sus pares de la UNAM lo hicieron mediante presentaciones en video.

La actividad fue certificada por ambas instituciones y participaron un total de 53 estudiantes: 32 de la carrera de Nutrición y Dietética de UDLA y 21 de la carrera de Medicina de la UNAM.

Bastías expresó que “la experiencia COIL fue sumamente valiosa, ya que permitió que nuestros estudiantes aplicaran los contenidos de Farmacología en un contexto internacional, integrando saberes junto a futuros profesionales de la salud. Además de abordar temáticas complejas como los receptores farmacológicos, se introdujeron nociones básicas de investigación científica y se promovió el trabajo en equipos interdisciplinarios, altamente valorado por los estudiantes”.

Desde la UNAM, la Dra. Melissa Rito destacó que “esta colaboración brindó a los estudiantes la posibilidad de ampliar su visión sobre la salud y el rol que cumple cada disciplina en el abordaje clínico. Fue una oportunidad enriquecedora para aplicar conocimientos y, al mismo tiempo, mejorar la capacidad de comunicación profesional entre diferentes culturas y contextos formativos”.