Productoras agrícolas de Peñaflor participaron en una capacitación organizada por Universidad de Las Américas sobre la producción de humus de lombriz, un abono orgánico que mejora la fertilidad de los suelos y promueve una agricultura más sustentable.

La actividad, dirigida por las académicas investigadoras de la Escuela de Agronomía UDLA, Patricia Poblete y Cecilia Paredes, se enmarca en el convenio de colaboración entre la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía y el programa Prodesal Peñaflor, que desde hace años apoya a productores locales con asesorías técnicas y capacitaciones orientadas al fortalecimiento de la agricultura familiar campesina.

Durante la jornada, las asistentes aprendieron a identificar las condiciones óptimas para el cultivo de lombrices, conocer los distintos tipos de residuos orgánicos que pueden ser utilizados y comprender cómo se genera el humus, también conocido como lombricompuesto, un fertilizante rico en nutrientes y libre de químicos.

“El uso del humus de lombriz es una herramienta fundamental para mejorar la salud del suelo y disminuir la dependencia de insumos químicos», señaló la académica Patricia Poblete, quien además destacó que “estas prácticas pueden ser aplicadas a pequeña escala por cualquier agricultor o agricultora que quiera mejorar la productividad de su predio sin dañar el medioambiente”.

Por su parte, la investigadora Cecilia Paredes explicó que “el objetivo principal de esta capacitación es entregar herramientas prácticas para que los usuarios puedan producir su propio fertilizante orgánico, utilizando residuos que muchas veces son desechados”.

La actividad contó con una participación activa de las asistentes, quienes compartieron sus experiencias y destacaron el valor de recibir este tipo de conocimientos.

“La capacitación me pareció excelente, porque así nosotras aplicamos lo que aprendemos y nos sirve para todo”, expresó Graciela Vargas, presidenta de Prodesal Peñaflor y productora avícola. “Tengo una compostera donde voy practicando el tema del humus”, añadió, valorando el enfoque práctico del taller.

Otra de las participantes, Ascención Miranda, también manifestó su entusiasmo: “Este tema me apasiona y son buenos los talleres para adquirir más conocimiento. Las lombrices son seres vivos que nos aportan mucho y es muy bueno este taller. Felicito a UDLA por su apoyo, porque somos microproductores que nos basamos en los conocimientos que ustedes nos dan para tener mayor producción. La urbanización va creciendo, pero el tema de la agricultura va quedando cada vez más atrás”.

El humus de lombriz se posiciona hoy como una alternativa concreta para quienes buscan producir de forma más amigable con el medioambiente, sin perder eficiencia ni rendimiento. Desde los patios de Peñaflor hasta las parcelas productivas.

La capacitación finalizó con un juego de preguntas accesible mediante un código QR, creado por las académicas para reforzar los aprendizajes. Las usuarias participaron encantadas, valorando esta forma lúdica de cerrar el taller.