Sebastián Pooquett es un ejemplo de cómo la vocación y la perseverancia pueden trazar un camino de aprendizajes y oportunidades. Aunque su primera opción no fue el periodismo, encontró en las comunicaciones una forma de conectar con otros y contar historias. Como estudiante, participó en importantes eventos deportivos como voluntario, y su carrera ha estado marcada por experiencias en prensa televisiva y radial.
Su paso por Mega y Radio Bío Bío, junto a una década como voluntario en Teletón, lo consolidan como un profesional comprometido con la empatía, la ética y la responsabilidad social. Esta es su historia:
¿Qué te motivó a estudiar Periodismo? ¿Siempre supiste que querías dedicarte a las comunicaciones?
Lo que me motivó fue el deseo de conectar, comunicar, conocer. Al principio quería contar historias. Curiosamente, Periodismo no fue mi primera opción: quería ser carabinero. No resultó, y pasé por varias dudas vocacionales hasta que decidí postular a UDLA. Fui becado con Talento UDLA, y ahí comenzó todo.
¿Cómo recuerdas tu etapa universitaria en UDLA? ¿Qué aprendizajes marcaron tu formación?
En UDLA entendí que el periodismo también se construye desde el compromiso social. Fue una etapa muy bonita, como volver al colegio, pero con gente que compartía el mismo objetivo. Algunos seguimos en lo que amamos. Recuerdo con cariño a Luis Cofré, gran amigo, y a profesores que marcaron mi camino. En especial, a Fidel Oyarzo. Su historia de vida era parecida a la mía y su enseñanza sobre la dignidad del periodista y el poder de una sola pregunta me quedó grabada.
Participaste como voluntario en comunicaciones en la Copa América 2015 y los Juegos Suramericanos 2014. ¿Cómo fue vivir esas experiencias siendo estudiante?
Fueron experiencias inolvidables. En la Copa América 2015 vi a Chile campeón desde el estadio, trabajando junto a colegas de toda América. Aprendí mucho de cómo se movía la prensa internacional. En los Juegos Suramericanos estuve presente cuando Francisca Crovetto y Rodrigo “Toti” Miranda ganaron medallas. Además, fui voluntario en los Panamericanos 2023. Siempre ha sido muy gratificante aportar.
¿Qué desafíos enfrentaste en tus primeros años en el mundo laboral, especialmente en prensa televisiva?
La televisión es dura. Hay una guerra de egos, y uno tiene que encontrar su lugar. Aprendí mucho de los camarógrafos, que son tus verdaderos compañeros de batalla. Me tocó trabajar de noche, cubrir trasnoche en Mega durante tres años. Fue difícil, pero valioso. Aprendí, crecí y me hice periodista en la práctica.-
Llevas más de una década vinculado a Teletón. ¿Qué te llevó a involucrarte como voluntario y qué te ha mantenido hasta hoy?
Estuve 10 años como voluntario. Ahí conocí a Gabriela, la mamá de mi hija y mi futura esposa. Fue un espacio donde aprendí sobre historias de vida, de lucha, de amor. No solo ayudábamos a las familias, sino que también los voluntarios salíamos transformados. Teletón fue una etapa fundamental en mi vida.
¿Qué momento profesional consideras ha sido un antes y un después en tu carrera?
Sin duda, Radio Bio Bío. Después de que me despidieran de Mega, estaba sin trabajo y con mi esposa embarazada. Radio Bio Bío me dio una oportunidad cuando más lo necesitaba. Fue mi primer trabajo en radio, y descubrí el poder de acompañar a las personas desde Arica a Punta Arenas. Aprendí muchísimo y guardo los mejores recuerdos.
¿Qué consejo le darías a los estudiantes de Periodismo que están iniciando su camino?
No apuren las cosas. Busquen la felicidad antes que el dinero. Ser periodista feliz es mejor que ser uno estresado. El camino se va abriendo solo, no hay que forzar los procesos. Y recuerden: todo pasa por algo. Confíen en que el camino correcto llegará.