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El académico Tomás Schoffer, de la Escuela de Agronomía de Universidad de Las Américas (UDLA), presentó innovadora investigación en la feria «Naturaleza: Socioecología para un futuro sustentable», organizada por el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad de la Pontificia Universidad Católica de Chile (CAPES – UC) y con colaboración científica de UDLA, en el marco del Día de la Biodiversidad de la ONU.

Esta actividad realizada en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) contó con un stand que invitaba a «ver el suelo con otros ojos», el investigador Tomás Schoffer, presentó a los asistentes su estudio «¿Pueden las lombrices de tierra proteger a las plantas de la toxicidad por cobre en el suelo?», dirigido a demostrar cómo estos organismos, llamados «ingenieros del suelo», en el marco de su proyecto Fondecyt Postdoctoral 3220026, podrían ser clave para mitigar un problema crítico en la agricultura chilena: la acumulación de cobre por el uso excesivo de pesticidas.

La Decana de la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía UDLA, Lorena Jofré, destacó que “esta investigación ejemplifica nuestro compromiso con soluciones científicas aplicables a los desafíos reales del sector. El trabajo del Dr. Schoffer no solo aporta a la sostenibilidad ambiental, sino que refuerza el vínculo entre la academia y los territorios, uno de los pilares estratégicos de nuestra facultad», sostuvo.

La feria reunió a siete líneas de investigación en biodiversidad. Rosanna Ginocchio, directora de CAPES, se refirió al vínculo con la universidad: “llevamos diez años como Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad CAPES, que es un centro que está basado en la Universidad Católica, pero que hay investigadores asociados de distintas universidades. Hemos seguido la trayectoria de investigadores de Universidad de Las Américas, verlos ahora volar y tomar su independencia ha sido muy lindo», afirmó.

En la zona central de Chile, el uso histórico de pesticidas basados en cobre (como los fungicidas en viñedos y frutales) ha dejado suelos con concentraciones tóxicas de este metal, hasta 566 mg/kg, según estudios. Esto no solo reduce la productividad agrícola, sino que mata microorganismos beneficiosos. «Las plantas absorben el cobre y muestran clorosis, raíces atrofiadas y menor crecimiento», explicó Schoffer a los visitantes, mientras mostraba muestras de Lolium perenne (ballica) cultivadas en suelos contaminados.

La investigación de Schoffer se centró en la lombriz (Eisenia fetida), especie común en compostaje. Su hipótesis: «Al mejorar la estructura del suelo y promover la actividad microbiana, estas lombrices reducen la biodisponibilidad del cobre para las plantas». Los resultados preliminares son prometedores: en sustratos con lombrices, las plantas mostraron menor acumulación de cobre, favoreciendo un mayor crecimiento de ellas.

Este trabajo se alinea con la misión de la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía UDLA de impulsar soluciones sostenibles para el agro. «Queremos escalar esto a campos reales, junto a agricultores de la Región Metropolitana», adelantó el investigador. Además, la feria que incluyó experiencias de realidad virtual con ecosistemas marinos y «baños de bosque» reforzó el mensaje de que «la biodiversidad no es un lujo, sino nuestra red de supervivencia», según Ginocchio.