En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Katherinne Wollermann, ganadora de la medalla de oro en canotaje de los Juegos Paraolímpicos de París 2024 y estudiante de quinto año de la carrera de Terapia Ocupacional en Sede Concepción de Universidad de Las Américas, refuerza la importancia de desafiarse constantemente para lograr los sueños, mediante la disciplina, la perseverancia y viendo los obstáculos como una oportunidad.

¿Qué te motivó a comenzar en el canotaje y cómo has logrado combinar tu pasión deportiva con tus estudios en terapia ocupacional?

La rehabilitación fue mi principal motivación para comenzar con el canotaje y, con el tiempo, surgieron otras motivaciones. Esto se convirtió en una pasión que me ha llevado hasta donde estoy. Creo que los logros son un proceso de superación constante, día a día, que implica perseverancia, esfuerzo, disciplina y trabajo arduo. Combino mi deporte con mis estudios, lo que ha sido un desafío en estos cinco años extenuantes, pero he contado con el apoyo incondicional de Universidad de Las Américas. Me encanta y amo mi carrera, aspiro a rendir como docente y, poco a poco, estoy construyendo un camino. La terapia ocupacional me ayudó en momentos críticos y es esencial para muchas personas que buscan salir adelante, ya que la ocupación es una parte vital de nuestra vida diaria.

A lo largo de tu trayectoria, ¿cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado como atleta paralímpica y estudiante y cómo has encontrado la fuerza para superarlos?

Mis mayores desafíos han sido superarme a mí misma, construyendo las herramientas necesarias a lo largo de los años. El desafío cotidiano es encontrar un camino para sobrepasar los obstáculos que se presentan. Si una estrategia no funciona, mi objetivo es superarme. Encuentro fuerzas en la gente que me rodea: mi familia, mis amigos y mi cuerpo técnico, quienes me brindan apoyo y calma. También valoro mucho la ayuda de mi psicólogo. A todos ellos les agradezco sinceramente.

Como una figura destacada en el deporte y los estudios, ¿qué mensaje te gustaría compartir con otros estudiantes que también enfrentan obstáculos?

No somos víctimas de nuestras circunstancias, somos creadores de hechos concretos y, así, vamos surgiendo poco a poco. Muchas veces, las cosas no saldrán como uno espera, pero eso no debe desanimarnos; al contrario, debe impulsarnos a mejorar y lograr nuestros objetivos.

En el contexto del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, ¿qué significa para ti ser una voz y un referente para la inclusión y la superación en el ámbito académico y deportivo?

En un mundo con tantas barreras de accesibilidad, es gratificante demostrar que se pueden superar y ser un líder para tantas otras personas, especialmente mujeres que han sido menospreciadas a lo largo de la historia. Es crucial dar ejemplos de superación y derribar barreras. La discapacidad está presente en diversas etapas de la vida, desde lo permanente hasta lo transitorio, y debemos abordar este tema en todo su ciclo vital. No se trata de un fenómeno único, es algo que puede manifestarse en cualquier momento.

¿Cuáles son tus estrategias para equilibrar el entrenamiento intenso de canotaje con las demandas académicas de tu carrera en terapia ocupacional?

He logrado este equilibrio gracias al apoyo que entrega la Universidad, que ha sido fundamental para mi éxito, incluso me permitió ganar una medalla de oro en el mundial. La comprensión de mis profesores sobre la importancia de mi trabajo ha sido clave, el deporte y la inclusión generan un impacto positivo que también se refleja en lo académico, ya que ellos valoran mi disciplina y mi compromiso en el día a día.

Mirando hacia el futuro, ¿qué objetivos personales y profesionales esperas alcanzar en los próximos años, tanto en el deporte como en tu carrera?

Tras cinco años de arduo esfuerzo, entre mis objetivos está terminar mi carrera este año y en marzo rendir mi examen de grado para convertirme en terapeuta ocupacional licenciada. En mis horizontes como deportista, tengo los Juegos de Los Ángeles 2028 y los Juegos de Brisbane 2032 en Australia. Los cambios no son siempre un obstáculo, a menudo son oportunidades disfrazadas, un nuevo enfoque que nos lleva a alcanzar nuestros sueños. ¡Hay Wollermann para rato aún!