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El I Simposio Internacional “Universidad, Participación y Compromiso con la Comunidad”, celebrado en Sede Viña del Mar, representa un hito en la relación entre la academia y las comunidades. La actividad, que reunió a líderes comunitarios, estudiantes, académicos y representantes de universidades internacionales, visibilizó el trabajo y los logros del Programa de Intervención Comunitaria (PIC), consolidando su rol como puente entre los territorios y la Universidad para generar un impacto transformador en espacios de reflexión y aprendizajes colaborativos.

Moderado por el Dr. Patricio Carreño, el simposio contó con la participación de representantes de universidades de España, Colombia, Bolivia y República Dominicana, quienes expresaron su disposición a colaborar en el fortalecimiento de la conexión entre la Universidad y la comunidad. El Dr. Carreño destacó la relevancia del encuentro, subrayando que “este primer simposio internacional nace justamente del componente investigativo del PIC” y que su éxito refleja el trabajo conjunto entre la academia, la comunidad y los líderes territoriales. Además, señaló que este encuentro fue “el culmen del proceso de visibilización del PIC” y subrayó la importancia de su rol transformador. “El PIC permite que la academia, los estudiantes y los barrios no transiten por caminos paralelos, sino de manera conjunta en el proceso de aprendizaje profesional”, afirmó.

Desde una perspectiva académica, Ana María Escudero, Directora del regímenes Vespertino- Executive de Campus Los Castaños, destacó que “este simposio resalta el compromiso permanente de la Universidad con la relación territorio-comunidad”, subrayando la importancia de la internacionalización y la investigación aplicada a los territorios. Escudero agradeció a los participantes por su compromiso, señalando que “esperamos que este encuentro sea enriquecedor y que juntos podamos aprender y compartir conocimientos que fortalezcan nuestro trabajo comunitario”.

La ponencia del Dr. Miquel Martínez, catedrático de la Universidad de Barcelona, fue uno de los momentos más esperados del simposio. Martínez enfatizó que “la universidad debe encontrar su misión en el servicio a la comunidad” y que iniciativas como las del PIC son un ejemplo claro de esta conexión transformadora, además son fundamentales para garantizar la sostenibilidad de las intervenciones . Estas ideas fueron recibidas con entusiasmo por los asistentes, quienes reconocieron en sus palabras un llamado a consolidar estos espacios de aprendizaje compartido y fortalecer los lazos entre la academia y los territorios.

En esa misma línea, Fabiola Navarro, coordinadora del Programa de Intervención Comunitaria en Viña del Mar, agradeció a los participantes y subrayó el rol de los dirigentes sociales como docentes que enriquecen el aprendizaje de los estudiantes: “Los dirigentes y líderes sociales tienen mucho que enseñarnos… aprendemos de ustedes”, destacando el valor de la colaboración bidireccional entre la academia y los territorios. Por su parte, Patricia González, subdirectora nacional del PIC, destacó que “el diálogo e intercambio de experiencias nos permitirá seguir avanzando y potenciando el trabajo de las universidades con el territorio”. Además, hizo énfasis en los desafíos y la renovación del PIC, un programa con más de diez años de historia.

El simposio fue también una instancia clave para los estudiantes de UDLA que integran el trabajo comunitario en su formación académica. Ema Salgado, estudiante de tercer año de Trabajo Social, reflexionó sobre la importancia del PIC para su carrera: “Este programa nos brinda una experiencia que no se encuentra en los textos o libros. Nos enriquece profesionalmente porque nos conecta directamente con las realidades sociales que enfrentaremos”. Salgado subrayó la necesidad de que la Universidad continúe fortaleciendo estos lazos con los territorios, destacando el valor de la relación estrecha con los dirigentes comunales.

La actividad fue también la ocasión para la entrega de certificados a los 30 líderes comunitarios que participaron en el taller de Gestión de Desastres y Emergencias, congregando a dirigentes de los sectores de: Santa Inés, El Retiro, Canal Chacao, Puente Colmo, 7 hermanas, Gómez Carreño y del campamento Manuel Bustos. Juan Pérez San Martín, dirigente de Bellavista Norte en el sector de Achupallas en Viña del Mar, valoró profundamente el impacto del taller en sus territorios, destacando la colaboración con Bomberos y Senapred: “Los conocimientos nos dejaron muy bien preparados… tenemos que estar listos para un futuro desastre como el que ocurrió en Viña del Mar”. Pérez también resaltó la comunicación efectiva entre los sectores, lo que permitió una ayuda mutua más eficiente durante la emergencia causada por el megaincendio del 2 de febrero.

Desde la perspectiva del dirigente Antonio Daza, secretario del comité de agua potable rural de Concón, este tipo de instancias son fundamentales para visibilizar las necesidades reales de las comunidades rurales. “La intervención de la Universidad es valiosa, aunque no sea su responsabilidad abordar situaciones que deberían tratar otras instituciones de gobierno regional y central”, expresó Daza. Además, resaltó la importancia de que la Universidad amplíe su intervención no solo en áreas de salud y sociales, sino también en aspectos legales, que podrían tener un impacto directo en la vida de los vecinos, como la regularización de terrenos.

El I Simposio Internacional no solo celebró los logros alcanzados, sino que también sentó las bases para futuros desafíos. Como mencionó Patricia González, el Programa se encuentra en un proceso de renovación que articula “la academia, la investigación y el trabajo comunitario”. Este tipo de emcuentros refuerzan el vínculo academia-territorio y reafirma el rol transformador de UDLA. Fabiola Navarro resumió el espíritu del evento al señalar que “universidad y la sociedad no son entidades separadas, deben avanzar juntas”.