Con una emotiva ceremonia en el Campus La Florida, UDLA cerró la Escuela de la Mujer Mapuche, un proyecto desarrollado en colaboración con la asociación Newen Wakolda. Esta iniciativa buscó fortalecer la identidad cultural y empoderar a mujeres mapuches mediante actividades interdisciplinarias diseñadas según sus intereses y necesidades, fomentando el reconocimiento intercultural y mejorando su calidad de vida.

Claudio Apablaza, Vicerrector de Sede Santiago, destacó que esta escuela es un ejemplo de visibilización y apoyo a los pueblos originarios. “Acá tenemos una escuela desarrollada en la ruka, donde mujeres mapuches tuvieron espacio para compartir con académicos y estudiantes, viviendo la experiencia universitaria. Esto es enriquecedor no solo para ellas, sino también para nuestros estudiantes, quienes se formaron desde la interculturalidad. Hemos aportado a la historia y actualidad visibilizando a los pueblos originarios con esta iniciativa”, afirmó.

La escuela se desarrolló en la ruka del Hospital Sótero del Río, donde las mujeres participaron en talleres liderados por estudiantes y académicos de diversas disciplinas, como Trabajo Social, Enfermería, Psicología, Fonoaudiología, Derecho y el Departamento de Morfología y Función. Claudia Moya, académica del Departamento de Morfología y Función y una de las gestoras del proyecto, señaló: “Este vínculo con una agrupación indígena tiene un valor especial. Planificamos esta escuela según los temas que ellas mismas solicitaron, lo que la hace aún más significativa. Fue una experiencia enriquecedora tanto para las participantes como para quienes estuvimos a cargo”.

La lonko Luisa Quiñenao, representante legal de la asociación Newen Wakolda, valoró la experiencia como «un encuentro de saberes mutuos, subrayando la importancia de replicar estas instancias para impactar positivamente en otras mujeres del territorio».

La Escuela de la Mujer Mapuche es una muestra del compromiso de UDLA con la Vinculación con el Medio, consolidando espacios que promueven el diálogo intercultural y el desarrollo comunitario, reafirmando la importancia de la colaboración entre la academia y las comunidades originarias.