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Jacqueline Durán egresó en el año 2022 de la Escuela de Psicología en Campus Providencia. Actualmente lidera el equipo de Memoria y Reparación de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, es académica de UDLA y de la Universidad Andrés Bello y continua con el proyecto “Ruta de la Memoria” que comenzó como su proyecto de título.

¿Cómo ha sido tu experiencia laboral luego de egresar?

Comencé a trabajar en una consulta particular de psicología y Ppsiquiatría. También seguí trabajando en la Línea de Intervención Comunitaria de UDLA como monitora. Luego, inicié un Magíster en Educación Universitaria en Ciencias de la Salud, lo que me permite hoy ser académica en UDLA y en UNAB. Paralelo a esto, fui invitada a ser colaboradora en la Comisión Chilena de Derechos Humanos, donde hoy lidero el equipo de Memoria y Reparación.

¿Podrías describir el proyecto Ruta de la Memoria y mencionar las actividades que has realizado?

La Ruta de la Memoria nace como mi proyecto de título, el cual tenía como objetivo hacer una recolección de memoria colectiva en la comuna de Providencia a través de la psicología comunitaria, para señalizar espacios donde se violaron derechos humanos durante la Dictadura, con la finalidad de reparar simbólicamente el trauma psicosocial en comunidad. Se hicieron exposiciones con expertos de antropología, psiquiatría, derecho, entre otros. También se recogieron testimonios. Además, se realizaron intervenciones en los espacios con la comunidad. El proyecto fue exitoso y bien valorado. Actualmente, estoy replicando el proyecto en Campus Maipú, a través de Vinculación con el Medio de UDLA.

¿Cómo te ayudó UDLA a desarrollar este proyecto?

Me facilitaron salas para las actividades y gestión de insumos para las cafeterías. Además, UDLA me apoyó en la realización del hito final del proyecto, que se realizó en conmemoración de los 50 años del Golpe Civil Militar, un recorrido de 16 espacios de memoria en Providencia en el cual participaron organizaciones sociales de la comuna, vecinos, estudiantes y académicos.

¿Cómo ha sido tu experiencia laboral siendo encargada del equipo de Memoria y Reparación de la Comisión Chilena de Derechos Humanos?

Esta experiencia ha abierto mi visión en el trabajo en derechos humanos, esta organización es pluralista, con diferentes equipos, que durante 46 años ha cumplido un trabajo irrestricto de defensa y promoción a los derechos humanos. La experiencia ha sido desafiante, ya que lidero un equipo donde nos encargamos de participar territorialmente en la generación de reparación simbólica. Una enriquecedora experiencia sin duda.

¿Cuál es la importancia de generar espacios de difusión para la memoria colectiva?

Mediante el conocimiento de la memoria podemos explicar muchos fenómenos sociales de hoy, tiene una importancia histórica porque la memoria se encuentra con la historia, pero a la vez la memoria es un proceso de consenso en las comunidades, de elaboración del trauma, de regenerar tejidos y lazos sociales. La difusión de esta es importante para la ciudadanía activa, en el caso de mi línea de investigación, para las garantías de no repetición y la educación en derechos humanos.

Desde tu labor como académica, ¿por qué crees que es necesaria una educación en donde se respete la memoria y los derechos humanos?

La base de la ética profesional es el respeto a los derechos humanos, levantar la dignidad humana. En la formación de futuros profesionales son estas herramientas fundamentales para la práctica profesional, para el pensamiento crítico, para tener capacidad de agencia. Es hoy lo que trato de fomentar en mis estudiantes.

¿Qué valores y herramientas te entregó UDLA para tu desempeño profesional? Durante mi etapa universitaria me inspiraron muchos mis profesores, que me hicieron amar la carrera y desear ser como ellos en el plano profesional y humano. Me inculcaron la empatía, el trabajo en equipo, respeto y el manejo del grupo. UDLA me enseñó a ser un agente de cambio, a no dar por sentada realidades y pensar críticamente cómo ser cada día mejor en lo que hago, y por sobre todo, ser feliz entregando un servicio a otros.