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En los campus El Boldal y Chacabuco, se conmemoró el Día de la Niñez en la Residencia El Arrullo, del Servicio de Mejor Niñez. Este evento fue llevado a cabo por los estudiantes voluntarios de la Sede de Concepción y estuvo organizado por el equipo de Vida Universitaria. La jornada tuvo lugar en el sector de Valle Escondido, donde se desarrolló un variado programa de actividades con el propósito de ofrecer a los niños y las niñas una celebración especial que promueva su derecho a la entretención y al juego, contribuyendo a su bienestar y desarrollo.

El programa incluyó diversas dinámicas recreativas, como espectáculos de magia, juegos de silla musical, búsqueda del tesoro, piñata, pintacaritas y Simón manda, entre otras. Además, se obsequiaron peluches a los participantes, los cuales fueron previamente recolectados a través de una campaña de donación. La Directora del Servicio de Mejor Niñez de la Región del Bío Bío, Andrea Saldaña, estuvo presente en la actividad, resaltando la importancia de estos eventos para los niños y niñas.

Mayerling Osorio, estudiante de Derecho del Campus Chacabuco, destacó la importancia de la actividad, describiéndola como “muy linda, de actividades entretenidas para los niños y las niñas”, haciendo énfasis en que la experiencia permitió a los voluntarios vincularse con las comunidades y conocer el funcionamiento de las residencias del Servicio de Mejor Niñez, “conectándonos con la realidad y fomentando una mayor conciencia social”.

En la misma línea, Jessica Padilla, Coordinadora de Asuntos Estudiantiles, también comentó sobre la actividad, afirmando que “fue enriquecedora tanto para voluntarios como para los niños y las niñas, ya que fue una mañana de entretención, juego e interacción”. Agregando que estas actividades son significativas para los estudiantes, pues les permiten “conocer otras realidades y contribuyen a su formación, generando profesionales más comprometidos y vinculados a las comunidades”.

La celebración del Día de la Niñez en los campus El Boldal y Chacabuco ha sido un ejemplo de cómo la colaboración entre estudiantes y comunidades puede tener un impacto positivo en el desarrollo infantil y en la experiencia de los estudiantes de la universidad, mientras fortalece el vínculo entre la universidad y su entorno.