Como parte del plan piloto del nuevo modelo de formación práctica que comenzó a implementarse durante este segundo semestre en las carreras de Pedagogía, la Facultad de Educación de nuestra universidad lideró el primer diálogo colaborativo para la creación de un Consorcio de Formación Docente basada en la práctica, en conjunto con otras universidades.
La iniciativa, encabezada por la Decana de la Facultad de Educación, María Jesús Honorato y la Secretaria Académica, Faride Rendich, convocó a Bernardita Tornero, directora de la Escuela de Educación de la Universidad de los Andes; Víctor Ruiz, decano de la Facultad de Educación de la Universidad San Sebastián; María Luisa Salazar, directora de Prácticas de la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo; Jorge Marchant, director de Docencia de la Universidad Diego Portales; Paulette Conget, PhD en Biología e investigadora de la Universidad del Desarrollo y Kiomi Matsumoto, vicerrectora académica de la Universidad Gabriela Mistral y referente nacional de la formación inicial docente basada en la práctica.

“La reunión, organizada por la Facultad de Educación de Universidad de Las Américas marca un hito en la formación inicial docente. Por primera vez, universidades de todo el país con distintos niveles de experiencia se unieron para compartir sus avances en la implementación de un currículum basado en la práctica”, comentó la Decana de la Facultad de Educación, María Jesús Honorato.

En la reunión, que también contó con la participación de la coordinadora de Práctica y académica de Pedagogía en Educación Física de UDLA, Sylvia Ochoa, cada facultad dio a conocer sus experiencias en torno a la implementación de las prácticas pedagógicas esenciales con sus estudiantes. Asimismo, plantearon sus propuestas para el funcionamiento del consorcio, cuyo objetivo es la formación inicial docente, mediante iniciativas que permitan a los futuros profesores y profesoras enfrentar los desafíos de un aula dinámica con prácticas pedagógicas esenciales que promuevan el aprendizaje de los estudiantes en diversos contextos educativos.

Faride Rendich, Secretaria Académica de la Facultad de Educación, calificó el primer encuentro como algo “inédito, que era muy necesario para las facultades de Educación. Las que continuamente tienen buenas exigencias para formar buenos profesores. No habíamos tenido la posibilidad de juntarnos bajo un enfoque común que es el currículum basado en la práctica”.

Kiomi Matsumoto, quien ha sido presidenta de comité de pares evaluadores en procesos de acreditación de carreras y programas, valoró la iniciativa de la Facultad de Educación: “Me parece muy valioso que la Universidad de Las Américas haya invitado a los distintos miembros de facultades de Educación o personas que hemos tenido experiencia en currículum basado en la práctica a iniciar un camino en conjunto”.

Otro de los asistentes, fue el Decano de la Facultad de Educación de la Universidad San Sebastián, Víctor Ruiz, quien agradeció el espacio que se generó para intercambiar experiencias: “Lo que pasó hoy es una oportunidad maravillosa para las facultades de Educación que hoy se han sentado a compartir sus experiencias, diseñando una formación basada en la práctica y una oportunidad para el sistema de aprender, de colaborar y de mejorar nuestra formación inicial docente”.

Una de las iniciativas que tiene por objetivo visibilizar el enfoque formativo basado en la práctica es el que hará la Universidad San Sebastián. El 3 de octubre se llevará a cabo el seminario internacional “Formación docente basada en la práctica: oportunidades y desafíos para las pedagogías”, el cual contará con la participación de Janet Carlson y de Sarah Shneider Kavanagh, ambas académicas de reconocida trayectoria internacional en formación inicial docente.

El Consorcio de Formación Docente basada en la práctica seguirá potenciando el desarrollo de habilidades efectivas y adaptables de los estudiantes de Pedagogía. Gracias a las prácticas pedagógicas esenciales se pueden reducir las brechas en el sistema escolar y mejorar la calidad de la enseñanza y aprendizaje, generando entornos adaptados e inclusivos para los niños, niñas y jóvenes.