María Lorena Rossel es abogada de la Universidad del Mar, Doctora en Derecho por la Universidad de Valparaíso y Máster en Derechos Fundamentales por la Universidad Carlos III de Madrid. Cuenta con más de 20 años de experiencia ligada a la investigación y a la docencia.

Ha publicado decenas de artículos de investigación entre los que destacan dos artículos publicados a fines de 2023: “Estándares internacionales sobre la violencia obstétrica que sufren mujeres portadoras de VIH y el caso de Francisca en Chile”, un análisis exhaustivo que aborda la problemática de la violencia obstétrica desde una perspectiva de derechos humanos y salud pública, y “Nueva Constitución y el reconocimiento y protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes”, una investigación que examina en profundidad las implicaciones legales y sociales de la nueva carta magna en relación con los derechos de los menores de edad.

En la sección “Consejos de profesional a profesional”, nuestra entrevistada de UDLA habla sobre su experiencia, motivaciones profesionales y su opinión sobre el proyecto de reforma constitucional para los derechos de niños, niñas y adolescentes.

¿Por qué te interesaste en la investigación y cómo ha sido tu experiencia cómo académica investigadora en UDLA?

 En los últimos años de estudio de la carrera de Derecho me desempeñé como ayudante y luego, una vez titulada, como profesora de distintas universidades de la Región de Valparaíso. En esa época me di cuenta que una de las labores de los académicos es investigar ya que, en definitiva, para enseñar es fundamental estar al día en la jurisprudencia y de la doctrina, fue así que me empecé a interesar en el mundo de la investigación.

En 2014, me integré a Universidad de Las Américas en Viña del Mar. Este rol impulsó mi crecimiento profesional y me permitió seguir investigando y enseñando. Con un Magíster en Derecho, varias publicaciones y comenzando un Doctorado en Derechos de la infancia y colectivos vulnerables, esta institución me proporcionó el entorno ideal para continuar mi labor investigativa y docente, fortaleciendo y ampliando mi trayectoria en el ámbito académico.

A través del estudio y de la investigación se puede promover cambios en el sistema legal de manera que este sea eficiente y de esa manera, es que me he comprometido a realizar una investigación rigurosa y también transmitir esa investigación a los alumnos de la carrera de Derecho de la Universidad.

 ¿Qué habilidades se necesitan para ser un buen investigador y contribuir  de manera significativa al desarrollo del derecho y la justicia?

Son muchas las habilidades que se requieren para investigar asertivamente, como por ejemplo: analizar textos legales y académicos críticamente; la habilidad para realizar búsquedas efectivas a partir de fuentes legales y académicas utilizando para ello bases de datos especializadas y bibliotecas jurídicas; sintetizar información compleja de forma clara; evaluar argumentos legales; redactar documentos legales académicos que sean precisos y persuasivos; presentar ideas en debates; conocer disciplinas relacionadas como economía y sociología ética para realizar un análisis jurídico con profundidad; comprender principios éticos en Derecho. Por último, mantenerse actualizado sobre cambios legislativos y teorías jurídicas, ya que el Derecho es un campo en constante evolución, es esencial mantenernos actualizados permanentemente.

¿Qué ramas del Derecho piensas que son más atractivas?

 En particular, me interesa desarrollar investigación en Derecho Público, especialmente en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Este campo permite entender cómo se garantizan derechos fundamentales como la vida, la libertad, la igualdad y la dignidad humana a nivel global, regional y estatal. También establece marcos legales para proteger derechos y responsabilizar a estados y actores no estatales por violaciones graves, asegurando justicia y reparación para las víctimas.

¿Hay algún proyecto de ley que quieras destacar ?(de acuerdo a tu expertise)

Estoy abocada al análisis de la necesidad de incluir los derechos de niños, niñas y adolescentes en la Constitución de nuestro país, ya que actualmente es una de las pocas constituciones en el mundo que no contiene referencia al derecho de los niños, niñas y adolescentes.

Desde 2013, hay un proyecto de reforma constitucional para reconocer constitucionalmente los derechos de niños, niñas y adolescentes y establece una acción de protección que pueden ejercer por sí mismos, desde los 14 años. Además, propone dar rango constitucional a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia. Este proyecto es un avance significativo, ya que la actual ley de protección integral no es siempre eficaz al no tener rango constitucional. Este proyecto lleva 10 años en el Congreso y aún no se ha podido convertir en una norma constitucional.

 Muchas veces resulta difícil para los egresados lograr el primer trabajo y ejercer su profesión ¿Qué consejos les das?

 Para los egresados, aconsejo elegir un área que les apasione. En UDLA, la carrera de Derecho permite conocer varias ramas del Derecho, ayudando a identificar la que más les interesa. Recomiendo hacer la práctica profesional en esa área elegida, ya que allí se adquieren herramientas y habilidades esenciales.   Además, sugiero realizar estudios de postgrado para especializarse, dado que cada año se titulan muchos abogados y la especialización es clave. Finalmente, les aconsejo que siempre actúen con profesionalismo y ética, que desarrollen habilidades blandas como la capacidad analítica y la habilidad para relacionarse con otros profesionales, lo cual es muy valorado.

 ¿Algún libro que quieras recomendar para nuestros estudiantes y egresados?

 Estoy leyendo la biografía de J. Robert Oppenheimer y es fascinante. Detalla su vida y obra, su papel en el Proyecto Manhattan (…) y los desafíos éticos y científicos que enfrentó. La historia de Oppenheimer invita a reflexionar sobre la responsabilidad de los científicos y el impacto de la ciencia en la sociedad y la política, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Su legado sigue siendo relevante en debates actuales sobre el control de armas nucleares.