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La Inteligencia Artificial (IA) ha surgido de manera sorpresiva y desafiante, adelantándose a todas las previsiones sobre cómo sería una vida digital. Según expertos como John McCarthy y Andrew Ng, esta tecnología ha revolucionado diversos campos, incluyendo la educación. En este ámbito, es crucial anticiparnos para entregar una formación adecuada a los docentes del futuro, lo que nos lleva a considerar los cambios necesarios en la formación inicial docente (…)

La formación inicial docente debe anticiparse a los cambios tecnológicos que impactarán en el futuro. Linda Darling-Hammond y Yong Zhao destacan que los docentes que se titulen en los próximos cinco años enfrentarán un entorno educativo significativamente diferente, influenciado por la rápida evolución de la IA. Por ello, es fundamental que los programas de formación docente incorporen desde ahora conocimientos profundos sobre tecnología e IA, preparando a los futuros maestros para estos cambios inminentes. Esta preparación incluye no solo el uso de herramientas tecnológicas, sino también una comprensión integral de su impacto.

No es suficiente aprender a usar la IA solo como una herramienta de enseñanza y aprendizaje. Como mencionó Sabrina Seltzer, directora de Transferencia y Emprendimiento del Instituto para el futuro de la educación del Tecnológico de Monterrey, México, es crucial conocer en profundidad sobre la IA y entender el impacto que tendrá en la sociedad. Esta comprensión permitirá a los docentes responder de manera acertada y oportuna a los desafíos que surjan. La visión de Seltzer coincide con la de otros autores como Terry Winograd y Shoshana Zuboff, quienes subrayan la importancia de abordar aspectos éticos y de privacidad. Así, la formación docente se convierte en un proceso más completo y actualizado, preparándolos para enfrentar las realidades educativas del futuro.

La IA tiene el potencial de impactar positivamente en la educación al permitir la personalización del aprendizaje. Estudios recientes de Daphne Koller y Sugata Mitra muestran que la IA puede adaptar el aprendizaje a las necesidades individuales de los estudiantes y diversificar las estrategias educativas. Esto implica que los docentes contarán con herramientas reales que les permitirán acortar brechas educativas y fomentar la inclusión. La capacidad de la IA para analizar grandes volúmenes de datos puede ayudar a identificar patrones y necesidades específicas, mejorando la efectividad del proceso educativo. Este avance tecnológico requiere una adaptación curricular que integre estas herramientas de manera efectiva.

Universidad de Las Américas ha planteado un ambicioso proyecto de innovación curricular que inicia su implementación el  2026. Este proyecto destaca la importancia de la innovación y lo digital como sellos explícitos curriculares. La Facultad de Educación está fuertemente capacitando a sus docentes e incorporando metodologías digitales y capacidades tecnológicas en su malla curricular, buscando alinearse con el marco de competencias digitales de la Universidad. Este enfoque proactivo asegura que los futuros docentes estén equipados con las competencias necesarias para utilizar y enseñar con tecnologías avanzadas, preparando el terreno para una educación más moderna y efectiva.

En su nuevo proyecto académico centrado en la primera infancia, la Facultad de Educación considera la innovación, lo digital, lo ético, el compromiso social y la práctica como focos esenciales de la formación docente. Según Carol Dweck y Alison Gopnik, la integración de estas áreas es crucial para preparar a los docentes para los desafíos del siglo XXI. De este modo, la formación inicial docente no solo responde a las necesidades actuales, sino que también anticipa las futuras, consolidando una educación adaptativa y personalizada.

La integración de la IA en la educación no solo transforma la manera en que se enseña y se aprende, sino que también redefine el rol del docente. Como ha subrayado Sabrina Seltzer, es imperativo que la formación inicial docente se adapte y anticipe a estos cambios, incorporando conocimientos sobre IA, tecnología y Big Data. Solo así podremos formar a docentes capaces de enfrentar y aprovechar las oportunidades que la IA ofrece, promoviendo una educación inclusiva, adaptativa y personalizada para todos los estudiantes, asegurando una transición fluida hacia el futuro educativo. Este enfoque no solo garantiza una preparación adecuada para los cambios tecnológicos, sino que también fortalece la capacidad de los docentes para innovar y liderar en un entorno educativo en constante evolución.