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La Facultad de Salud y Ciencias Sociales organizó junto a la Corporación de Universidades Privadas (CUP), el conversatorio titulado “Aprendiendo a cuidar a quienes cuidan: prácticas profesionales en salud en entornos humanizados”, actividad que contó con la participación de un destacado panel de expertos que profundizó sobre el impacto de la implementación de prácticas innovadoras en el campo de la salud, resaltando su contribución hacia una atención médica más centrada en el ser humano.

Estamos aquí para hablar de un tema que a todos nos compete y nos ocupa, que es la responsabilidad que tiene la academia con los estudiantes y la sociedad respecto de las prácticas profesionales en el campo de la salud. Sabemos que el ambiente en los centros asistenciales muchas veces es poco saludable y que en el pasado se normalizaban prácticas que hoy nuestros alumnos no están dispuestos a aceptar”, dijo al abrir la jornada Osvaldo Artaza, Decano de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales de UDLA.

Tras la bienvenida del Dr. Artaza, el panel comenzó su exposición dando a conocer el contexto actual en que se desenvuelve el sector sanitario en Chile. La primera en participar fue Elisa Ansoleaga, directora de Investigación de la Facultad Psicología de la Universidad Diego Portales. “Para realizar la provisión de salud no solo se requiere de una competencia técnica y profesional, sino que se necesita de capacidades relacionales, psicológicas, etc. Esto, en un contexto feminizado y jerarquizado, es un espacio riesgoso para la salud mental del personal”, aseguró.

Continuando con el intercambio de ideas, Patricia Ramírez, gestora de red en Desarrollo Organizacional del Hospital Calvo Mackenna, afirmó: “todo lo que describe Elisa es lo que precisamente se nos pide que cambiemos. Tenemos claro el diagnóstico, pero la pregunta es ¿cómo avanzamos y generamos liderazgos acordes a la actual realidad? Lo primero es averiguar ¿cómo nos aliamos con las universidades u otras instituciones que puedan colaborar en cómo hacer los cambios?’”.

“Falta algo en la conversación en nuestras organizaciones que ponga en el centro la humanidad de las personas. Hay poco espacio de diálogo e indicadores que no sirven de mucho. Hay poco lugar para hablar de lo que hacemos a diario y para que el jefe nos pregunte cómo estoy y cómo me fue. Eso es lo más importante”, enfatizó Begoña Yarza, exministra de Salud.

Formación profesional y otros esfuerzos

El conversatorio contó con una gran asistencia, donde incluso alumnos de las sedes de Viña del Mar y Concepción de UDLA siguieron atentamente los argumentos de los expertos vía remota. En este contexto, Gisella Alarcón, Decana de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Central de Chile, continuó refiriéndose al impacto de implementar mejores prácticas profesionales en la salud, poniendo el foco en la formación profesional.

Es bien doloroso admitir que nuestro entorno, vocacionalmente dirigido a cuidar a otros, no sea capaz de cuidarnos. Hemos avanzado mucho, pero aún nos falta y creo que es en el proceso de formación profesional donde realmente podemos hacer cambios en lo que ocurre en hospitales y la atención primaria”, afirmó. Finalmente, y coincidiendo con la Dra. Yarza, la autoridad de la U. Central sostuvo que la clave es apuntar a un desarrollo académico más humanizado.

Siguiendo en la búsqueda de herramientas y soluciones para abordar el desafío de aprender a cuidar a quienes nos cuidan, Verónica Bustos, jefa de la División de Gestión y Desarrollo de las Personas del Ministerio de Salud, expuso su análisis. “No soy pesimista, porque Chile ha impulsado una serie de iniciativas para poner límites a las malas prácticas, como la llamada Ley Karin. En cuanto a los académicos, ahí también hay oportunidades de mejora para entregarles más herramientas para ejercer la docencia”.

José Miguel Salazar, Superintendente de Educación Superior, continuó abordando la problemática desde la perspectiva educacional. “Vamos a trabajar con las universidades para ir resolviendo estas situaciones, y lo haremos de dos formas. Primero, comprobando que las casas de estudio pongan atención a este tema y que traten de solucionar estos problemas por sí mismas. Si eso no funciona, seremos nosotros quienes nos haremos cargo de investigar, ejerciendo nuestro rol regulatorio”, recalcó.  

En la recta final del conversatorio intervinieron Ricardo Fábrega, Decano de la Facultad de Salud de la Universidad Santo Tomás, y Rodrigo Castillo, director médico de Clínica Indisa. Complementando lo expuesto por sus predecesores, el exsubsecretario de Redes Asistenciales agregó que como sociedad y en salud debemos apuntar al autocuidado, implementando, por ejemplo, talleres de intercuidado. “Las universidades y los ministerios (Salud y Educación) deben promover al cuidado propio y a desarrollar estilos de vida más saludables y empáticos”, sostuvo.

El Director Médico de Clínica Indisa, en tanto, cerró el conversatorio con una profunda reflexión sobre la tardía implementación de normas y de la importancia de forjar una relación integral con los alumnos. “En el caso de nuestra clínica, el trato a los chiquillos pasó a ser un pilar estratégico fundamental. ¿Y qué hicimos? Incluimos a los estudiantes en todas las conversaciones para saber de primera fuente qué ocurre realmente”.