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El Centro de Simulación en Salud (CESS) de Campus Providencia duplicó su tamaño en infraestructura y capacidad de estudiantes, además, adquirió un fantoma con tecnología avanzada para la simulación de partos, integrando a la carrera de Obstetricia y Puericultura desde primer año.

Recientemente el CESS incrementó su espacio, llegando a los 500 metros cuadrados, con una capacidad de 1.100 estudiantes de rotación semanal. Además, crecieron las salas de habilidades clínicas y se aumentó a tres las salas de alta fidelidad, con sus respectivas salas de debriefing y control.

Por otro lado, se adquirió el simulador de paciente para cuidados ginecológicos “CAE Lucina”, el único simulador de parto inalámbrico con fisiología materno-fetal validada e integrada, con cervicales estáticas intercambiables para entrenar en todas las fases del parto y en escenarios de emergencias.

Lucina aporta una combinación de características, como un proceso de parto más realista y controlable, una mejor articulación para las maniobras de parto y alumbramiento y puntuaciones APGAR previstas basadas en la fisiología materno-fetal integrada, desde el parto normal hasta la c y la eclampsia.

“La simuladora es de última generación y no solo aporta conocimientos sobre obstetricia sino que también hacia la ginecología, que es un área muy importante en la carrera. Además, a través de Lucina podremos compensar las posibilidades que tienen las estudiantes de atender un parto, haciendo que la educación clínica forme parte importante del Perfil de Egreso de nuestras estudiantes”, informó Maria José Benavides, Directora de Carrera de Obstetricia y Puericultura de Campus Providencia. 

Rocío Espinoza, supervisora del Centro de Simulación de Campus Providencia detalló que “UDLA es la única universidad que incorpora la educación simulada desde primer año en la malla curricular de la carrera de Obstetricia y Puericultura. Como Centro de Simulación en Salud hemos cumplido el objetivo de integrar a la carrera a través de la adquisición de tecnología avanzada para que los estudiantes desarrollen distintas habilidades”.

Anita Armijo, estudiante de segundo año de Obstetricia y Puericultura, comentó que “esta nueva adquisición es un gran aporte para nuestro desarrollo profesional, ya que nos sirve para poder practicar y tener un mejor desempeño en un futuro laboral. Al ser simuladores adaptados a la vida real y tener menos margen de error, mismos aportan en habilidades prácticas y para tener mejor manejo y control en la interacción con la paciente y su bebé”.