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Los primeros pasos en el mundo laboral siempre parece ser un escenario incierto. Para acompañar en este proceso a los estudiantes de nuestra institución, el Centro de Desarrollo Profesional y Egresados de UDLA organizó el “taller práctico de entrevista laboral para personas sin experiencia” en este ámbito.

Giovanni Pastorini, Magíster en Gestión y Desarrollo Organizacional de la Universidad de Barcelona, especialista en gestión, empleabilidad y selección del talento humano, fue el expositor de una jornada que comenzó abordando elementos básicos de la entrevista laboral.

“La entrevista debe ir focalizada en base al lugar y cargo que estamos postulando. Tiene que ir desde lo más reciente hacia atrás, pasando por mi éxitos, mis objetivos. ¿Se puede hablar de mi vida privada en una entrevista laboral? No es pertinente, pero sí podemos dejar un pequeño espacio donde contamos en qué comuna vivimos, cuántos hijos o perros tengo y que me gusta la cocina; máximo debe ser un 15%, puesto que el foco de la entrevista debe ser laboral”, aseguró el profesional.

Tomando en consideración que los asistentes a la charla no tenían experiencia laboral, Pastorini explicó que durante una entrevista su foco debería estar en compartir con el seleccionador su vida “universitaria, una ayudantía, una pasantía, algún voluntariado, participación en el Centro de Alumnos o asimismo el trabajo como reponedor que hice durante el fin de semana. Lo importante es identificar experiencias que puedan servir para decir “esta persona es la que yo ando buscando (…) quizás no tiene experiencia en el cargo, pero sí sabe cumplir horarios, sí logró metas, tenía motivaciones”.

En el contexto de la preparación de una entrevista laboral, el psicólogo apuntó que es fundamental que los postulantes realicen un ejercicio de autoconocimiento: “Es la capacidad de introspección, de entender sus sentimientos, conocer sus habilidades, valores, creencias, fortalezas y debilidades (…) El autoconocimiento es un trabajo constante, un ejercicio necesario que cada uno debe realizar durante toda la trayectoria de la vida para alcanzar un desarrollo pleno”.

Durante la entrevista, Pastorini explicó que es importante demostrar el interés que existe de estar en ese lugar a través del lenguaje verbal y no verbal: “Es crucial la mirada, esbozar una sonrisa, ir bien presentado y conocer más o menos el código de vestimenta. Saludar correctamente, respetar el espacio con el entrevistador. Una vez que nos sentemos, siempre lo debemos hacer con la espalda pegada a la silla, no sacar ni poner el celular sobre la mesa, cuidar el movimiento de pelo”.

En esa misma línea, entregó recomendaciones sobre cómo responder a las preguntas claves que se realizan en estas instancias. “Cuando nos dicen “nombra 3 debilidades” o “menciona 3 aspectos en los que crees que puedes mejorar tu trabajos”, el reclutador busca medir el autoconocimiento y la capacidad de autocrítica. Recomiendo mencionar debilidades concretas y explicar cómo buscar superarlas; sin disfrazarlas como fortalezas. Por ejemplo, si uno postula a un cargo como enfermera y comenta que una sus debilidades es la ansiedad y el nerviosismo, difícilmente podrá trabajar en un pabellón. Hay que buscar debilidades que no afectan al cargo, por ejemplo, ser un poco impaciente o no saber inglés”.