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María Francisca Cabello egresó el año 2006 de la Escuela de Psicología de UDLA en Campus Providencia y actualmente se desempeña como la Directora Regional del Servicio de Protección en la Región del Maule, nombrada a través de un proceso por Alta Dirección Pública.

¿Cómo ha sido tu experiencia como directora regional?

Sin duda alguna ha sido una de las experiencias más desafiantes dentro de mi desarrollo profesional porque involucra el despliegue de una serie de recursos personales y laborales que deben ponerse a disposición para alcanzar la misión institucional. Es una función que he ejercido con completa convicción, poniendo siempre en el centro a los niños, niñas y adolescentes que se encuentran bajo la protección del Estado de Chile. Es una tremenda responsabilidad, que asumo con el desafío que implica la instalación de la nueva oferta programática del Servicio.

¿Cuáles son los desafíos actuales que enfrenta el Servicio de Protección Especializada?

El Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia lleva dos años de funcionamiento y estamos iniciando la transformación de los programas heredados del Sename. Los cambios, lamentablemente, no los veremos de la noche a la mañana, pero están comenzando. El Servicio se creó para hacerse cargo de un problema histórico, pero comenzó a funcionar sin tener las condiciones necesarias para implementar una transformación profunda. Por eso, en el primer año del Servicio el foco estuvo puesto en abordar esas problemáticas y sentar las bases para poder desarrollar los cambios a futuro.

En octubre del año pasado lanzamos el Diagnóstico Clínico Especializado que se convertirá en la puerta de entrada al Servicio. Cada niño, niña y adolescente deberá pasar por este diagnóstico que permitirá tener una atención más personalizada y que considere todas las dimensiones de cada caso.

Este 2024, partimos con el Programa de Acompañamiento Familiar Territorial. Este acompañamiento busca que menos niños, niñas y adolescentes sean separados de sus familias y enviados a residencias. Se trabajará fuertemente para fortalecer las herramientas y competencias de las familias.

En enero, se vivió un hito en el proceso de transformación del Servicio a través del lanzamiento de la Academia Conectando Saberes, cuyo objetivo principal es la realización de capacitaciones y formación continua de los equipos en materia de protección especializada, generando espacios para educar y capacitar continuamente a todos los funcionarios que trabajan con niños y niñas.

Desde tu labor como psicóloga, ¿por qué es importante el acompañamiento profesional de psicólogos para niños y adolescentes vulnerados?

Las problemáticas de salud mental en Chile han ido en aumento los últimos años. Respecto de la población infanto-juvenil, las cifras son alarmantes y vemos con preocupación el aumento de patologías en salud mental y la escasa oferta disponible para garantizar atenciones oportunas y de calidad. En ese contexto, el rol de los profesionales psicólogos es fundamental para el acompañamiento de los procesos interventivos de los niños, niñas y adolescentes sujetos de atención del Servicio, con énfasis en la restitución de sus derechos, la resignificación y superación de las experiencias de vulneración, todo ello a través de una atención personalizada, multidisciplinaria, especializada e integral.

Recientemente, la Facultad de Salud y Ciencias Sociales de UDLA firmó un convenio con el Servicio de Protección Especializada de la RM para trabajar en conjunto, ¿Cuál crees que es la importancia de vincularse con otras instituciones para mejorar la calidad de vida de los niños del Servicio?

Para dar cumplimiento a la misión y visión institucional, garantizar la protección integral de los niños, niñas y adolescentes, es primordial, entre otras cosas, la vinculación con casas de estudios y otras instituciones afines al espíritu del Servicio. En ese contexto, destacamos gestiones relevantes en materia de educación, como la instalación de estrategias que apunten al  fortalecimiento de habilidades para adolescentes y jóvenes que se encuentran en un tránsito hacia la vida independiente a través de la realización de talleres, oficios y capacitaciones, pero también, con foco en la formación destinada para funcionarios y trabajadores que desarrollan labores de trato directo, a quiénes se les dota de competencias técnicas que les permita ejercer la labor de cuidado con enfoque de derecho.

Creemos firmemente que es deber de todas y todos, hacernos cargo de la infancia vulnerable, desde ahí la importancia de desarrollar, proponer, gestionar acuerdos y convenios de colaboración con los organismos en materias atingentes a las necesidades de los niños, niñas y adolescentes sujetos de atención del Servicio.  

Para finalizar, ¿qué herramientas y valores te entregó UDLA en tu formación profesional para enfrentar este cargo?

Estudié Psicología en Campus Providencia entre los años 2001 y 2006. Hoy, tras varios años de haber egresado, veo con admiración la calidad de docentes que fueron parte de mi formación. Uno de los valores agregados que observé en la malla curricular de la carrera, más allá de los contenidos propios para la formación de un psicólogo, fue el enfoque administrativo-organizacional, lo que, sin duda alguna, me permitió ampliar la mirada, adquiriendo competencias para ejercer la psicología desde un punto de vista integral.

Mi paso por UDLA me permitió, posteriormente, ingresar al campo laboral rápidamente, logrando desplegar los aprendizajes adquiridos con fuerza y en posición de conocimientos teórico-prácticos que me insertaron rápidamente en cargos con alta responsabilidad.

No me queda más que destacar la formación de pregrado que me brindó mi casa de estudios, reconocer la calidad en materia de docencia de la institución, los contenidos teóricos que me permitieron alcanzar una formación integral para enfrentar desafíos laborales con ímpetu, convicción y una preparación académica acorde para las exigencias del mercado. Finalmente, es un orgullo para mi ser considerada, por la Universidad que me formó, como una egresada destacada y junto con ello, tener la posibilidad de exponer mi trayectoria y carrera como funcionaria pública.